Messier Object 45

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M 45

Cúmulo abierto M45 ,

tipo ‘c’, en Tauro

Pléyades

[m45.gif]

Ascensión recta  03 : 47.0 (h:m)
Declinación +24 : 07 (gr:m)
Distancia 0.38 (a.l.)
Visual (magnitud…) 1.6 (mag) 
Dimensión aparente  110.0 (arc min)

Atlas of Deep Sky Splendors,

menciona que, en 1579, bastante antes del invento del telescopio, el astrónomo

Moestlin dibujó  correctamente la posición de 11 estrellas

de las Pléyades, y Kepler hace anotaciones de hasta 14 de ellas).

De acuerdo con Kenneth Glyn Jones, la más antigua referencia que

se conoce de este cúmulo es de Hesíodo, sobre el 1000 a.C.

(según  Burnham, en aquellos tiempos existía una relación

con las estaciones agrícolas ). Homero las cita en su  Odisea,

y la Biblia hace tres referencias a las Pléyades.

Las Pléyades se denominan también las “Siete hermanas”

y según la mitología griega siete hermanas y sus padres….

En japonés su nombre es “Subaru”, del cual ha derivado el nombre

de una marca de coches. En la antigua Europa (Ingleses y alemanes) se les

compara con “la gallina y sus pollitos”. Otras culturas aportan más

y  otros puntos de vista de este cúmulo observable a ojo

desnudo. Los astrónomos de la antigua Grecia Eudoxus de Knidos (

403-350 a.C.) y  Aratos de Phainomena (270 a.C.) las citaron como

una constelación propia: Las Agrupadas.  Esta forma

de denominarlas es citada también por Admiral Smyth en su Bedford

Catalog.

Burnham indica que el nombre de “Pléyades” puede venir del equivalente

en griego de  “navegar”, o de la palabra “pleios” que significa “lleno”,

“pleno” o “mucho”. Sin embargo este autor prefiere creer el la teoría

de que el nombre procede de la madre mitológica, Pleione, que además

es el nombre de una de sus más brillantes estrellas.

La mitología griega indica que las estrellas visibles del cúmulo

tienen de nombre el de las siete hijas del ‘padre’ Atlas y ‘madre’ Pleione:

Alcyone, Asterope (estrella doble), Electra, Maia, Merope, Taygeta y Celaeno.

Bill

Arnett ha elaborado  mapa

de las Pléyades con el nombre de sus estrellas principales;

vea también nuestro mapa de las

Pléyades.

Los métodos de observación modernos han revelado que existen

al menos 500 estrellas, más tenues, dentro del cúmulo de

las Pléyades, abarcando unos 2º (cuatro veces el diámetro

de la luna llena). Su densidad es muy baja comparada con otros cúmulos

abiertos. Esta es la razón por la cual la antigüedad del cúmulo

se cree que es muy baja (ver después).

Las fotografías de larga exposición y también las

de corta focal, (en comparación con su apertura, como las de telescopios

de ‘campo ancho’ de muy buena calidad y binoculares muy buenos), revelan

que las Pléyades están inmersas en un material nebuloso,

obvio en nuestra imagen, que fue tomada pro  David Malin con

el telescopio de UK Schmidt, (con copyright del Real Observatorio de Edimburgo)

y en la imagen del Anglo-Australian Observatory.

Más

información de esta imagen está disponible.

Las nebulosas de las Pléyades son azuladas, lo que indica que

son nebulosas de reflexión, y reflejan las luz de las estrellas

brillantes situadas en sus cercanías. La más brillante de

estas nebulosas, la que rodea a Merope,

fue descubierta el 19 de Octubre de 1859 por Ernst Wilhelm Leberecht (Wilhelm)

Tempel en Venecia (Italia) con un refractor de 4 pulgadas.

Leos

Ondra ha escrito la  biografía

de Wilhelm Tempel disponible online junto con un dibujo de la nebulosa

de Merope, y ha agradecido el que se incluya en esta página. La

que rodea a Alcyone se descubrió en 1875, y las nebulosas de Electra,

Celaeno y Taygeta en 1880. Toda la complejidad de las nebulosas de las

Pléyades se puso de manifiesto con las primeras astrofotografías,

como las de los hermanos Henry en Paris e Isaac Roberts en Inglaterra,

entre los años 1885 y 1888. El análisis de los espectros

de las nebulosas de las Pléyades, realizado por Vesto M. Slipher

en 1912, reveló sus naturaleza de nebulosas de reflexión

ya que sus espectros son copias exactas de las estrellas que las iluminan.

Más información se puede encontrar en nuestra

tabla

de las principales estrellas de las Pléyades y de la nebulosa

correspondiente con los números de los catálogos.

De acuerdo con los nuevos cálculos publicados por un equipo de

Ginebra, G. Meynet, J.-C. Mermilliod, y A. Maeder en

Astron. Astrophys.

Suppl. Ser.98, 477-504, 1993, la edad de las Pléyades

es de unos 100 millones de años. Esta edad es considerablemente

mayuor que la “oficialista” que es de 60–80 millones de años (ej:

el Sky Catalog 2000 indica  78 millones de años). Se ha calculado

que a las Pléyades les quedan unos 250 millones de años como

cúmulo (Kenneth Glyn Jones); despues de este tiempo cada estrella

seguirá su propio camino esparciendose en estrellas individuales

o múltiples.

La distancia al cúmulo de las Pléyades ha sido determinado

de nuevo por medidas directas basadas en paralaje, realizadas por el satélite

astrométrico Hipparcos, de la ESA. Según esas medidas, las

Pléyades están a una distancia de 380 años luz, (antes

se estimaba en 408 años luz). Este nuevo valor va a requerir un

análisis adicional de por qué las estrellas de las Pléyades

tienen una magnitud comparativamente pequeña para la distancia a

la que están.

La clasificación de Trumpler cataloga las Pléyades como

cúmulo II,3,r (Trumpler, de acuerdo con Kenneth Glyn Jones) o I,3,r,n

(Götz y Sky Catalog 2000), lo que significa que este cúmulo

tiene un aspecto aislado, fuerte o moderadamente concentrado hacia su centro,

sus estrellas están repartidas en un amplio rango de magnitudes

de brillo y tiene muchas estrellas (tiene más de 100 miembros).

Algunas de las estrellas de las Pléyades están rotando

rápidamente, a velocidades de 150 a 300 Km/s en sus superficies,

lo que es muy común en estrellas de la secuencia principal de cierto

tipo de espectro (A-B). Debido a esta rotación deben ser esferoides

(oblongos) en vez de cuerpos esféricos. esta rotación se

detecta debido a que tiende a enchanchar y difuminar las líneas

del espectro de absorción en función de la velocidad radial

de la estrella, apreciándose que un lado de la superficie se acerca

a nosotros y otro se aleja. El ejemplo más evidente de rotación

rápida es este cúmulo es Pleione,

que, además, varía en brillo entre las magnitudes 4.77 y

5.50 (Kenneth Glyn Jones). Esta estrella fue observada espectroscópicamente

entre los años 1938 y 1952, Pleione ha arrojado una capa, (concha),

de gas debido a su rotación, como se indicó por O. Struve.

Cecilia Payne-Gaposhkin indica que en las Pléyades hay algunas

estrellas enanas blancas  (WD). Estas estrellas Wd plantean un problema

de evolución estelar: ¿ Cómo es pueden haber enanas

blancas en un cúmulo tan joven ?. Debido a que no hay solo una,

es seguro que esas estrellas pertenecen al cúmulo desde el principio

y no son estrellas capturadas por el cúmulo (algo que además

no funciona mucho en cúmulos abiertos). Según la teoría

de evolución estelar se deduce que las enanas blancas no tienen

masas mayores a 1.4 masas solares (límite de Chandrasekhar), ya

que si no colapsarían debido a su propia gravedad; pero las estrellas

de baja masa evolucionan muy lentamente y les lleva miles de millones de

años en llegar a su estado final, (muy lejos de los 100 millones

de años que es la edad del cúmulo de las Pléyades).

La única explicación posible es que esas WD fueron en

su momento muy masivas, pero por alguna razón, (como fuertes vientos

estelares, pérdidas de masa en sus vecinas cercanas o rápida

rotación), han perdido la mayor parte de su masa. Posiblemente,

han, en consecuencia, perdido un considerable porcentaje de su masa en

una nebulosa planetaria. De todas formas, las estrellas finales, (lo que

fue el núcleo de las estrella inicial), deben tener una masa por

debajo del límite de  Chandrasekhar para que, así, permanezcan

en un estado de enana blanca estable, que es lo que ahora se observa.

Las últimas observaciones de las Pléyades, desde 1995,

han puesto en evidencia a candidatos a tipo exóticos de estrellas,

o cuerpos cuasi-estelares, llamados enanas marrones. Estos, hasta ahora,

hipotéticos objetos tienen una masa intermedia entre los planetas

gigantes, (como Júpiter), y la estrellas pequeñas: (La teoría

estelar indica que las estrellas más pequeñas deben tener

una masa de al menos 6.7 por ciento de la masa de nuestro Sol, lo que implica

60 a 70 veces la de Júpiter). Estos cuerpo, (enanas marrones), se

estiman tienen entre 10 y 60 veces la masa de Júpiter. Se cree que

pueden ser vistos en el infrarrojo, teniendo un diámetro más

o menos como el de Júpiter (143,000 km), y una densidad de 10 a

100 veces las de este planeta, ya que la fuerte gravedad les comprime contra

sí mismo muy fuertemente.

Como las Pléyades están situadas muy cerca de la eclíptica

(a cuatro grados), las ocultaciones de este cúmulo por la Luna son

muy frecuentes. Es un espectáculo recomendable a los aficionados

con equipos de bajo coste, (realmente, se puede observar a simple vista,

pero con el más mínimo instrumento astronómico, como

unos prismáticos o un pequeño telescopio,  incrementarán

la belleza de lo observado). Cuando esto ocurre se ve la relación

entre el tamaño de la Luna y el cúmulo: Burnham indica que

la Luna puede entrar “en el cuadrángulo formado por ” Alcyone, Electra,

Merope y Taygeta (Maia, y posiblemente Asterope, quedarían ocultos

en esta situación). Los planetas pasan, también, a veces,

entre las Pléyades, originando interesantes situaciones dignas de

observar.

 

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