

Anacaona
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Anacaona o Anakaona. (¿? ? 1504). Indígena de la isla de Santo Domingo. Fue gobernante del Cacicazgo de Jaragua, cuando su hermano Bohechío murió. Fue condenada a la horca por el gobernador Nicolás de Ovando.
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[editar] Su vida
Nació en la isla de Haití o Quisqueya.
Anacaona, en la lengua de los taínos significaba Flor de Oro. Era hermana del cacique Bohechío y fue la esposa del cacique Caonabo, con quien tuvo a Higüemota.
Se distinguió por su belleza, inteligencia y talento en las poesías, memorizándola para decirla en los areíto, antes los otros indígenas.
Cuando su hermano Bohechío murió, Anacaona gobernó el Cacicazgo de Jaragua, para ocupar su lugar.
A la llegada de los españoles, Anacaona tuvo una gran admiración a éstos, por que los españoles tenían muchos conocimientos. Pero los abusos que algunos cometieron, hicieron que Anacaona dejara la admiración hacia ellos.
El gobernador de la isla Nicolás de Ovando, recibió la noticia de que Anacaona estaba tramando un plan contra los españoles, siendo esto erróneo, aunque ella tenía motivo para esto. Entonces Nicolás de Ovando mandó a decir a Anacaona que iba para el Cacicazgo de Jaragua, para una visita amistosa.
El gobernador Nicolás de Ovando llegó con más de trescientos cincuentas hombres, recibido con fiestas y bailes en un caney. Cuando todos estaban reunidos en la fiestas los hombre de Ovando se dispusieron a prender en fuego el caney.
Al momento de la masacre algunos indígenas lograron sacar a Anacaona del lugar. Entre los sobrevivientes que escaparon estaban la hija de Anacaona, Higüemota; su sobrino Guarocuya, quien fue entregado a Fray Bartolomé de las Casas y lo cristianizó con el nombre de Enriquillo; Mencia, nieta de Anacaona; y el líder Tribal Hatüey, quién posteriormente escapó a Cuba. Una vez en Cuba organizó la resistencia, pero fue capturado en batalla, torturado y posteriormente asesinado.
[editar] Muerte
Nicolás de Ovando, quién no contento con la aniquilación, se percató que faltaba Anacaona por ser asesinada y es así como inició una estrecha búsqueda hasta que la capturaron.
Su hospitalidad, nobles cualidades, gentil porte y su condición de mujer de nada valieron, ya que a los tres meses de lo sucedido Nicolás de Ovando la condenó públicamente a la horca en 1504.
[editar] Poema a Anacaona
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- Anacaona hermosa, guerrera y poetisa,
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- tu musa fue la libertad;
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- la cantaste, la diste forma alada en la brisa:
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- era tu dulce idealidad.
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- Anacaona hermosa, guerrera y poetisa,
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- Mas vino el día triste
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- en que de extraño mundo hallara planta audaz
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- la tierra en que naciste,
- y no cantaste más.
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- Enmudeció tu lira como enmudece el viento
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- en día de serenidad,
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- hasta que te inmolaron; pero hubo un acento
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- que recogió la inmensidad.
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- Enmudeció tu lira como enmudece el viento
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- Y fue una frase henchida
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- de honor y de heroísmo frente a la adversidad:
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- ?¡Poco es perder la vida
- si se perdió la libertad!?
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- Ramón Emilio Jiménez,
- poeta dominicano.’
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[editar] Véase también
- La Española
- Sociedad Taína
- Descubrimiento y conquista de la Española
- Historia de la República Dominicana