Autoritarismo
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El autoritarismo es una modalidad del ejercicio de la autoridad en las relaciones sociales, por parte de alguno o algunos de sus miembros, en la cual se extreman la ausencia de consenso, la irracionalidad y la falta de fundamentos en las decisiones, originando un orden social opresivo y carente de libertad para otra parte de los miembros del grupo social.
El término se utiliza para calificar a organizaciones o estados que pretenden conservar y gestionar el poder político mediante mecanismos no democráticos.
Es muy conocida la división de Juan J. Linz entre régimen autoritario y régimen totalitario, paralela a la de Hugh Trevor-Roper entre fascismo y fascismo clerical.
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[editar] Características
En un sentido estrictamente técnico, es la forma política en la que el Estado, es decir, el conjunto de instituciones que ostentan el poder político en una delimitación territorial sobre un conjunto de ciudadanos, se identifica con un partido político, cuya función sería servir de nexo entre el poder político y el ciudadano.
Esta concepción del Estado y su identidad con el partido se puede contraponer a los sistemas políticos occidentales de hoy en día, en los que el Estado funciona como un ente superior, siendo así desligado del partido, que a pesar de tener cierto nivel de control sobre el Estado, no puede invadir competencias ajenas y hacerse con el control absoluto, es decir, fundirse con el Estado.
A pesar de que la mayor parte de los autoritarismos actuales funcionan como un sistema monopartidista, el hecho de que sólo exista un partido no es lo suficientemente concluyente como para decir que tal Estado es autoritario. Igualmente, no es correcto decir que un Estado, por el mero hecho de disponer de varios partidos, no es autoritario. No hay más que recordar aquellos turbulentos momentos acaecidos durante la Revolución Francesa, en los que a pesar de existir varios partidos, se presentaba un autoritarismo evidente. El partido que llegaba al poder pasaba a ser el Estado, y gracias a ello, se dieron tremendas atrocidades, delitos capitales por motivos políticos y con efectos retroactivos, el exterminio administrativo de los rivales de los demás partidos.
[editar] Orígenes
A lo largo de los siglos, la preocupación principal de los estudios de la teoría política ha sido la teoría del Estado. Platón contribuyó a los cimientos de esta teoría con su discurso de La República, en el que intentaba reconciliar la teoría moral con la práctica política mediante el diseño de una comunidad en la que la propiedad fuera común y el gobierno estuviera en manos de una aristocracia de reyes-filósofos que educaran a los más jóvenes. Estas doctrinas, en una versión muy tergiversada, han sido utilizadas en los tiempos modernos como sustrato del sistema de gobierno denominado ‘autoritarismo.
[editar] Antiautoritarismo
Las distintas escuelas políticas e ideologías poseen diversos enfoques y soluciones contra el autoritarismo.
[editar] Anarquismo
Desde la perspectiva anarquista es un régimen autoritario todo régimen que imponga el poder económico y político de un sector (e.g. Estado, cártel, etc.), y que por tal razón subordine involuntariamente la acción voluntaria no-agresiva del individuo, que limite la capacidad de los grupos sociales de asociarse libremente y determinar su destino en autonomía. Estos desequilibrios serían posibles gracias a la existencia del poder coactivo o amedrentador, ya sea mediante la violencia o el chantaje, sin el cuál nadie estaría obligado a someterse a una autoridad de éste tipo.
Los anarquistas consideran que el autoritarismo institucionalizado es un problema estructural complejo que no se soluciona cambiando de autoridades sino a través de una transformación profunda del modelo de desarrollo humano basándose en leyes, administraciones, asociaciones, cooperación e instituciones voluntarias.
[editar] Comunismo
Desde la perspectiva comunista la raiz del autoritarismo radica en la lucha de clases. La clase capitalista, propietaria y en control de los medios de producción (empresas, fábricas, centros financieros, transportes, medios de comunicación, etc.) utiliza ese poder para dominar a la mayor parte la población, e imponer sus intereses, muchas veces en contra del interés de la mayoría.
La principal política antiautoritaria del comunismo es la eliminación de las clases sociales y el establecimiento de una sociedad sin clases, aboliendo la propiedad privada de los medios de producción.
[editar] Liberalismo
El liberalismo tiende a considerar que el núcleo principal del autoritarismo radica en la concentración de poder político. Por lo tanto sus principales políticas antiautoritarias se orientan a limitar, dividir y controlar el poder del Estado. Por ello el liberalismo concede especial importancia a la Constitución y el constitucionalismo y a reducir en todo lo que sea posible el Estado.
Un derivado del antiautoritarismo liberal son las políticas antitrust o antimonopólicas, que consideran que la concentración del poder económico es una modalidad del autoritarismo, y que también debe ser limitado, dividido y controlado.
[editar] Socialismo
En general el socialismo y la socialdemocracia consideran que la principal fuente de autoritarismo radica en la desigualdad social, principalmente en el mundo económico.
Las principales políticas antiautoritarias del socialismo y la socialdemocracia se orientan a atenuar las desigualdades sociales, ya sea mediante una mayor intervención del Estado, como por una política de distribución progresiva del ingreso y la promoción de mecanismos de negociación colectiva y diálogo social en el mundo del trabajo.
[editar] Véase también
- Totalitarismo
- Fascismo
- Franquismo
- Estalinismo
- Nacionalcatolicismo
- Represión política en España
- Antiautoritarismo