
BAP Rímac
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Carrera | ![]() |
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Ordenado: | 1845 |
Lanzado: | 1847 |
Comisionado: | 1848 |
Descomisionado: | 1855 |
Causa: | Se perdió en naufragio |
Características Generales | |
Desplazamiento: | 683 Toneladas de registro. |
Eslora: | 52.12 m |
Manga: | 8.53 m |
Calado: | 3.2 m |
Propulsión: | Dos máquinas alternativas Stilman & Allen que movían dos ruedas de paletas laterales |
Velocidad máxima: | 13 nudos |
Armamento: |
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En 1844, cuando la escuadra inglesa del Pacífico capturó a los buques de la Marina de Guerra del Perú, el Presidente Ramón Castilla decidió la compra de varios buques de guerra para que el Perú tenga la mayor fuerza naval del Pacífico y evitar las injerencias externas en asuntos internos. Se compraron la fragata BAP Mercedes y las goletas BAP Guisse y BAP Gamarra, pero también se envío dos comisiones navales, a Gran Bretaña y a Estados Unidos, para comprar un buque de guerra a vapor. Ya en 1824, había llegado a Sudamérica el Rising Star, un vapor ordenado por Thomas Cochrane para la Armada de Chile, pero que nunca se unió a esta, de tal manera que el Perú tendría el primer vapor de guerra de un país latinoamericano.
En Estados Unidos se concretó la compra de un transporte a vapor de guerra. La disposición de la artillería era muy inusual para la epóca, pues colocaba los cañones más pesados a proa y popa y no a los costados, además que tenían cureña giratoria.
A pesar de que en aquellos años la conveniencia del accionamiento por hélice se había demostrado, no se puede reprochar la decisión tomada en 1846 para que el Rímac fuera impulsado por ruedas de paleta por los rápidos avances técnicos que se producían entonces. No tuvo ocasión alguna de participar en acción bélica, en la que, evidentemente, podríase haber comprobado la vulnerabilidad de las grandes ruedas, lateralmente colocadas, y, por ende, la posibilidad de su inmovilidad y su total destrucción posterior.
En 1850 le fueron cambiadas sus calderas y su chimenea dos años después.
El 1° de Marzo de 1855, en circunstancias en que el Rímac se hallaba navegando hacia Islay, encalló en Punta San Juan (Marcona), perdiéndose totalmente el buque. Treinta años después se perdió en el mismo sitio el transatlántico italiano Italia.
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