Huarpes
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Los Huarpes o warpes, son una etnia indígena del Kuyún o Cuyo. Algunos estudiosos suponen que en idioma huarpe esta palabra significa “arenal”, pero en el “Arte y Vocabulario de la lengua en general del Reino de Chile”, obra escrita por Andrés Fabres en Lima en 1765, se halla que la etimología de la palabra “Cuyo”, significa en el idioma araucano Cuyum puulli, es decir tierra arenisca. Otros señalan que en el idioma quechua la palabra “Cuyo” significa: “Vasallos de los monarcas del Perú”[sin referencias].
Hacia el s XV, se los encontraba en vastas zonas de las provincias argentinas de: San Luis, Mendoza y San Juan e incluso norte de la provincia de Neuquén. Habitaban entre el Río Jáchal al norte, hasta el Río Diamante al sur y entre la Cordillera de los Andes y el Valle de Concarán en San Luis.
Actualmente hay comunidades huarpes mestizadas en Mendoza (huarpes Milkayak en el departamento Lavalle), San Juan y San Luis.
Se dividían en cinco grandes grupos, correspondiendo cada uno a su situación geográfica y también a diferencias en el lenguaje: Huarpes Allentiak (San Juan), Huarpes Milkayak (norte de la provincia de Mendoza), huarpes Chikiyam -también llamados “algarroberos” -(en el sur de la provincia de Mendoza) y Huarpes Huanacache -“laguneros”- (noreste de Mendoza y San Luis), en el centro y norte de Neuquén, hasta el s XVIII eran huarpes los pueblos llamados por los mapuche: “pehuenches” aunque a mediados de ese siglo los huarpes neuquinos fueron intensamente aculturados por los mapuches, se desconoce la autodenominación que se daban los antiguos pehuenches aunque se especula que pudiera haber sido penken[sin referencias]. De estos “pehuenches” se sabe que durante el s XVIII avanzaron hacia el noreste ubicándose en zonas que hoy corresponden a la mayor parte del territorio de la provincia de La Pampa y el sur de las provincias de Córdoba y San Luis formando allí la etnia muy mapuchizada de los ranqueles.
Sus viviendas podían ser de piedra o de barra y paja, según la zona donde habitaban. Eran sedentarios, dedicados a la cestería (los Huanacache o “Laguneros” llamaban la atención por sus cestas tejidas de un modo que eran impermeables y servianles así para transportar agua, además confeccionaban -se puede entender como una variante de cestería- embarcaciones con las que navegaban por las hoy casi desaparecidas Lagunas de Guanacache, esas naves eran bastante semejantes a los “caballitos de totora” que aún utilizan los uru para navegar el Titicaca. A esta peculiar cestería se añadía una buena alfarería[sin referencias]. Eran pescadores y cazadores, cultivaban la papa[sin referencias] (“patata”) y el maíz en forma rudimentaria, aunque realizando canalizaciones como la que hiciera el jefe Guaymallén en el valle de Huentata -Mendoza-, recolectaban frutos (especialmente el del alpataco una de las especies de algarrobo criollo y otros vegetales.
Como otras etnias, los jefes eran polígamos y la calidad de jefe era hereditaria. Dos costumbres típicas y llamativas de los huarpes fueron los denominados Levirato y Sororato 1.
Levirato: al morirse el marido, la viuda y los hijos pasan a depender del hermano menor del fallecido.
Sororato: al casarse el varón adquiere el derecho de casarse con las demás hermanas menores de la novia.
Aunque es conocido que los huarpes allentiak no seguían en general esta costumbre (eran monogámicos), con la única excepción del cacique (quien si tenía permitida la poligamia)
Creían en una divinidad central llamada Hunuc Huar, también adoraron al sol, la luna, los ríos, el rayo y los luceros. Cuando morían eran colocados decúbito dorsal y con la cabeza dirigida hacia la Cordillera, lugar donde moraba Hunuc Huar, su divinidad principal.
El imperio incaico hacia 1480 sometió el noroeste argentino. En su conquista sometieron a los Warpes, quienes adoptaron muchas de sus costumbres, tales la vestimenta y los cultivos de maíz y quinoa
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[editar] Desaparición del linaje puro y mestización
Los huarpes puros desaparecieron definitivamente a mediados del siglo XVIII y su desaparición se debió, entre otras causas, a la falta de inmunidad del organismo de los aborígenes contra las enfermedades traídas por los europeos; el sistema de encomiendas impuesto por los españoles y por el cual enviaban a los indígenas cuyanos a trabajar a Chile; los malos tratos a que eran sometidos (sobre todo, esto último). Además, el proceso de mestizaje se vio acrecentado porque generalmente las expediciones españolas de la corriente colonizadora del oeste, no llevaban mujeres. Esto hizo que muchos expedicionarios españoles entraran en relaciones amorosas con las mujeres aborígenes. Este es el caso de Mallea, joven de 32 años que acompañó al comandante Juan Jufré de Loaysa en la fundación de San Juan (13 del junio de 1562) y primer matrimonio entre india y español (al año siguiente). Al poco tiempo de este suceso, la corona española autorizó este tipo de enlaces.
En la actualidad existen en la zona de las desecadas Lagunas de Guanacache (o Huanacache), comunidades criollas que pueden acreditar su directa filiación huarpe[sin referencias], fue allí que en la segunda mitad de siglo XIX tuvo su centro la actividad de Santos Guayama considerado un “bandido”. Santos Guayama era un criollo gaucho con netos linajes huarpes. También en la zona del Valle de Zonda es conocida la historia de una mujer bandida conocida como Martina Chapanay, que también se le atribuye linaje huárpido.
[editar] Otros datos de interés
Por su contextura física y facial los huarpes son la base para una clasificación de ciertos grupos aborígenes sudamericanos, llamados huarpidos, de tallas bastante elevadas y muchas veces barbados algunos han supuesto un origen australoide que pareciera inverosímil si la hipótesis Lovrich de una inmigración desde Australasia hace unos 15.000 años no hubiera sido posible. Migración que se habría producido caboteando las costas de la banquiza de hielo que durante la glaciación de Würm puede haber unido Tasmania con el Cono sur, si esto es cierto, también se explicaría el enigma por el cual, los primeros yacimientos arqueológicos de Sudamérica se encuentran en la Patagonia (sítios Monteverde y Los Toldos I). Por otra parte, es casi seguro que la etnia huarpe es la que dejó los antiquísimos yacimientos llamados Morrillos de Ansilta[sin referencias]. Varios antropólogos consideran a los henia y kamiare (vulgarmente llamados comechingones) como un grupo muy diferenciado de los huarpes.
1 Levirato y sororato, palabras de origen latino que sin embargo son, más allá de todo relativismo cultural, validas para utilizar en el presente artículo.
[editar] Palabras Huarpes
- “Lunlunta” significa “piedra que cae o ruido de aguas subterraneas”[sin referencias].
[editar] Enlaces externos