Incas de Vilcabamba
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Se conoce como incas de Vilcabamba a los 4 monarcas sucesores de Atahualpa que se enfrentaron al desmantelamiento del Imperio Inca por parte de los conquistadores españoles y sus aliados andinos. Encarnaban la resistencia de la élite cusqueña y gobernaron sobre un reducido pero influyente Estado Inca llamado muchas veces “Imperio Neoinca de Vilcabamba” entre 1536 y 1572. Se consideraban legítimos herederos de Huayna Cápac y en algunos casos establecieron negociaciones con los primeros gobernantes coloniales del Perú. El territorio sobre el que pudieron ejercer un poder efectivo correspondía aproximadamente al del actual departamento peruano del Cusco al este precísamente de la ciudad de Cusco que había sido rápidamente controlada por los conquistadores españoles.
Los incas de Vilcabamba fueron:
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[editar] Antecedentes
Luego de ser ejecutado Atahualpa en Cajamarca (Perú), representantes de varias naciones andinas se reunieron con los conquistadores españoles y su líder Francisco Pizarro para ofrecerles su alianza. Así, Curacas cañares (de los territorios del sur del actual Ecuador), chachapoyas (de la sierra nororiental peruana) y de la Confederación Huanca (sierra central peruana), reafirmaron su independencia de los incas, a quienes ya se habían enfrentado por su libertad en diferentes revueltas en el pasado. Es más, estas naciones estaban especialmente enfrentadas al bando de Atahualpa por las atrocidades que habría cometido contra sus poblaciones durante la “guerra civil“, según las crónicas de la conquista del Perú.
A esta situación de levantamiento general se sumaba la presencia de tres ejércitos incas del bando de Atahualpa repartidos en diferentes regiones del imperio. Estos estaban dirigidos por los generales Rumiñahui, Calcuchímac y Quisquis y no eran populares entre las poblaciones andinas. La situación política de los Andes en ese momento era inusualmente complicada y hasta hoy difícil de desentrañar pero claramente explosiva.
El objetivo de los conquistadores era claro: llegar a Cusco para apoderarse de las ingentes riquezas que ahí había según todas sus fuentes de información. Pero en Cusco estaban Quisquis y sus fuerzas y no podían llegar solos. Huancas, cañaris y chachapoyas les dieron su apoyo, pero necesitaban legitimidad.
Fue por eso los españoles se vieron en la necesidad de mantener la institución imperial inca para “ordenar” la situación que habían creado y legitimar su presencia en los Andes Centrales (todos los cronistas hablan de la sensación de miedo de los conquistadores en ese momento). Así nombraron como Sapa Inca provisorio a un hermano de Atahualpa, el joven Toparpa pero éste murió poco tiempo después durante la marcha que Pizarro, sus hombres y sus nuevos aliados andinos (chachapoyas, huancas y cañaris, principalmente) emprendieron desde Cajamarca a Cusco.
[editar] Manco Inca y la resistencia
Es entonces cuando es nombrado Manco Inca, juego por alianza,que había caído en manos de los partidarios de Atahualpa. Su intención pudo ser la restauración del imperio con ayuda de los españoles, pero está claro que de esa manera sólo sirvió a los propósitos de éstos. Recibió la mascaipacha de mano de Pizarro en 1534 convirtiéndose así en un gobernante títere. Al llegar a las afueras de Cusco, Manco luchó junto a Diego de Almagro y los capitanes de los chachapoyas, huancas y cañaris contra el general Quisquis.
En abril de 1536 y tras los saqueos que caracterizaron la toma del Cusco, Manco Inca se enfrentó abiertamente a los españoles por sus demandas constantes de oro y plata y su intolerancia con las creencias e instituciones locales. Ante esta actitud fue mantenido cautivo en su palacio. Un día el Inca, después de haber prometido a Hernando Pizarro traerle unas estatuas de oro macizo, pudo dejar la ciudad y se dirigió a Yucay donde convocó un gran ejército, abriendo tres frentes: una expedición de castigo a los pueblos huancas del valle de Mantaro (por apoyar a Pizarro y sus hombres), otra contra la población de Lima y una tercera y muy importante contra el Cusco, al que mantuvo bajo sitio durante casi un año, desde la Saqsayhuamán. Fue precisamente en Saqsayhuaman donde se libró el combate decisivo. La plaza fue perdida por los quechuas.
[editar] Después de Manco Inca
Sayri Túpac fue hijo de Manco Inca y Culchima Caype. Fue declarado heredero legítimo cuando murió Manco Inca y tomó como esposa principal a su hermana Cusi Huarcay. Sayri Túpac empezó negociaciones con el nuevo gobierno español, lo que lo enfrentó al resto de la élite de Vilcabamba. Incluso dejó su reino para viajar a Lima donde fue recibido con honores. Aparentemente en ese momento Titu Cusi adquiere poder de facto y organiza el gobierno de Vilcabamba. Sayri Túpac, luego de obtener inmunidad y la propiedad de las tierras del Valle de Yucay (Valle Sagrado o de Urubamba) construyó un palacete en Yucay, donde murió unos años después. Aceptó el bautismo.
Titu Cusi Yupanqui, al mando de su reino, tomó una posición bélica contra los españoles. En 1568 después de las negociaciones finalizadas con la Capitulación de Acobamba dejó entrar a los misioneros a Vilcabamba. Titu Cusi dictó a un escribano uno de los relatos más importantes conservados sobre el punto de vista inca de la Conquista del Perú. Un confuso incidente con un misionero (Diego de Ortiz) terminó con la enfermedad y repentina muerte del rey y el posterior asesinato en represalia del cura.
El más joven de los hermanos de Titu Cusi tomó entonces el mando: Túpac Amaru ? es decir: Serpiente de Fuego?, (conocido como Túpac Amaru I para diferenciarlo de José Gabriel Condorcanqui quien también llevó el mismo nombre aunque en el siglo XVIII, y que también se enfrentó a los españoles). La noticia de la muerte de Diego de Ortiz llegó a las autoridades españolas y fue el pretexto para que el nuevo virrey Toledo decidiera abolir cualquier conversación y concordato con Vilcabamba, enviando una expedición militar (al mando de Martín García Óñez de Loyola), para ocupar el reino. Con ayuda de los informes de múltiples espías, la expedición española logró burlar las defensas de Vilcabamba, destruir Vitcos y capturar, tras una larga persecución, al joven rey. Así y tras un juicio sumario en la antigua capital del imperio, Túpac Amaru fue decapitado en mayo 1572.
Con su muerte termina oficialmente la Conquista del Perú.
[editar] Véase también
- Anecdotario de la Historia del Perú
- Conquista del Imperio Inca
- Leyendas sobre el origen del Imperio Inca
- Perú
- Inkarri o Inkari (mito)
- Paititi o Gran Paitití
- Taqui Oncoy (otro movimiento de resistencia 1564 – 1572)
- Gene Savoy