Inmunidad humoral
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La inmunidad humoral es el principal mecanismo de defensa contra los microbios extracelulares y sus toxinas, en el cual, los componentes del sistema inmune que atacan a los antígenos no son las células directamente sino los anticuerpos[1] secretados por activación antigénica.
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[editar] Características
[editar] Mediadores celulares
La primera fase de la inmunidad celular es el reconocimiento de antígenos extraños dentro del organismo por células B a través de su receptor de membrana. Sin embargo, a pesar de la interacción con antígeno, la célula B no se activa hasta ser estimulada por una línea de linfocitos T llamados linfocitos T cooperadores. Esa unión, célula B:linfocito cooperador, estimula la expansión clonal y diferenciación de los linfocitos B, los cuales:
- Secretan anticuerpos primeramente de tipo IgM;
- Cambian de isotipo, bien sea IgG, IgA o IgE, dependiendo del estímulo adecuado;
- Maduran a anticuerpos de alta afinidad por el antígeno inicial;
- Remanentes de la línea producida permanecerán como linfocito B de memoria.
La respuesta de anticuerpos en contra de los antígenos no proteicos (lípidos, polisacáridos) no requieren la participación de linfocitos T cooperadores, por lo que son llamados Antígenos T-Independientes.
Las células que producen los anticuerpos son células plasmáticas, un tipo especial de linfocito B que se especializa en la producción de un anticuerpo particular y específico.
[editar] Respuesta humoral primaria
La cantidad de anticuerpo secretado por células plasmáticas y la clonación de estas mismas células la primera vez que entra en contacto el receptor con el antígeno encuentra su máximo aproximadamente a los 7 días de la primera infección (5-10 días). Habitualmente, la respuesta máxima de anticuerpos son del isotipo IgM, por encima de IgG[2] , inducida por todo tipo de inmunógeno. La dosis necesaria para la inmunización generalmente debe ser relativamente alta, óptimamente con la presencia de adyuvantes para los antígenos proteicos[3] .
[editar] Respuesta humoral secundaria
Una infección repetida por un mismo antígeno activa los linfocitos de memoria creados como consecuencia de la respuesta humoral primaria. La respuesta, entonces, se inicia mas rápidamente, al cabo de unos 3 días. Por su parte, la respuesta máxima de anticuerpos es mayor, con una intensidad de 100 a 1000 veces la respuesta primaria, y es principalmente del isotipo IgG (en ciertas situaciones de los isotipos IgA e IgE). También dura más tiempo, haciendo que su declive sea más lento. Es una respuesta inducida por antígenos proteicos y sólo son requeridas bajas dosis de antígenos infectantes, sin necesidad de adyuvantes.
Respuesta primaria | Respuesta secundaria |
---|---|
Dura 5-10 días para instalarse | Habitualmente 3 días para instalarse |
Respuesta máxima de anticuerpos menor | Respuesta máxima de anticuerpos mayor |
Generalmente IgM > IgG | Aumento relativo de IgG y de IgA e IgE en ciertos casos |
Menor afinidad media por anticuerpos | Afinidad madurada y mayor por anticuerpos |
Inducida por cualquier inmunógeno | Inducida sólo por antígenos proteicos |
Dosis de inmunización relativamente alta | Inducida por baja dosis de antígenos |
Adyuvantes requeridos óptimamente | Adyuvantes no necesarios usualmente |
[editar] Funciones
Además de reconocer a los antígenos, los anticuerpos pueden neutralizar la capacidad de infectar de los microbios y “marcar” a los patógenos para facilitar su eliminación.
Los anticuerpos no sólo son específicos en cuanto al tipo de antígeno que reconocen, sino también en cuanto al tipo de respuesta que inducen. Algunos promueven la fagocitosis y otros dificultan la secreción de mediadores químicos que participan en la respuesta inflamatoria y en la activación del complemento, por ejemplo.
[editar] Véase también
[editar] Referencias