Juan Ruiz de Apodaca

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Juan Ruiz de Apodaca

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Juan Ruiz de Apodaca, por Antonio María de Esquivel, Museo Naval, Madrid

Juan Ruiz de Apodaca, por Antonio María de Esquivel, Museo Naval, Madrid

Juan José Ruiz de Apodaca y Eliza Gastón de Iriarte López de Letona y Lasqueti, (Cádiz, 3 de febrero de 1754Madrid, 11 de enero de 1835) fue un noble, político, marino y militar español, I Conde del Venadito, 48º y antepenúltimo virrey de la Nueva España (20 de septiembre de 18165 de julio de 1821) y 16º capitán general de la Real Armada Española.

Tabla de contenidos

[editar] Carrera militar y política

Nacido en Cádiz en el seno de una familia de mercaderes adinerados, Juan Ruiz de Apodaca entró en la Armada como guardiamarina en la Compañía del Departamento de Cádiz el 7 de noviembre de 1767 . Con quince años embarcó en el navío “San Lorenzo”, el 19 de marzo de 1769, para hacer el corso por el Mediterráneo y transbordó al navío “Triunfante” con el mismo cometido.

Ascendido a alférez de fragata el día 22 de agosto de 1770, embarcado en el navío “Atlante” fue a Ferrol, donde pasó a una fragata para hacer viaje a Puerto Rico hasta su regreso a Ferrol al año siguiente. Regresó a Cádiz en el navío “América”.

En la fragata “Industria” salió de Cádiz con un cargamento de azogue en el año 1772 con destino a El Callao, donde realizó varias comisiones en la mar y en tierra. Estuvo allí destinado en el navío “Peruano” en el año 1773. El 28 de abril de 1774 es ascendido a alférez de navío y destinado en la fragata “Águila”, realizando varias campañas de exploración y cartografía. En los dos años siguientes estuvo destinado en Lima, embarcado en el navío “Astuto” y realizando otros servicios en tierra.

Se le asciende a teniente de fragata con fecha del 16 de marzo de 1776, regresando a Cádiz con el navío “Astuto” el 12 de agosto de 1778. El 23 de mayo del mismo año fue ascendido in absentia a teniente de navío, embarcado en el navío “Santa Isabel”.

En guerra con los ingleses desempeña misiones en el campo de Gibraltar mandando varias cañoneras.

Es ascendido al grado de capitán de fragata el 16 de septiembre de 1781, y se le otorga su primer mando, siendo el de la fragata “Nuestra Señora de la Asunción”, con la que navega hasta la paz en el año de 1783, perteneciendo a la escuadra del general don Luis de Córdoba. Con la misma fragata hace tornaviaje con destino a las islas Filipinas para llevar la noticia de la paz, regresando a Cádiz al año siguiente. Precisamente, cuando regresó a Cádiz desde las islas Filipinas en 1784, realizó una Memoria sobre el modo de forrar en cobre los buques.

El 28 de febrero de 1788 es ascendido a capitán de navío y obtiene al año siguiente el puesto de mayor general de la escuadra de evoluciones al mando del general Tejada, embarcado en el navío de línea “San Telmo”.

En 1790 dirige las obras de reparar y ampliar los muelles del puerto de Tarragona. En 1793, al mando del navío “San Francisco de Paula” en la escuadra de Borja en el Mediterráneo, participa en las operaciones en torno a Cerdeña, pasando después con el mismo navío a la escuadra del general Lángara en la toma de Tolón en unión de la escuadra inglesa del almirante Hood.

El 1 de febrero de 1794, se le asciende al grado de brigadier y se le otorga el mando del “San Francisco de Paula”, participando en la escuadra de Gravina en las operaciones de la bahía de Rosas hasta su evacuación en el mes de febrero del año siguiente.

En 1796 se le otorga el mando del navío “San Agustín”, al comenzar una nueva guerra contra los británicos. Uno de los hechos más sobresalientes de la biografía de Ruiz de Apodaca fue su odisea al mando de este navío. El 13 de febrero de 1797 se encontró rodeado por la escuadra de Jervis en cabo San Vicente, contando también con el bergantín “Atocha”, pero, aprovechando la niebla del amanecer escaparon rumbo al norte, entrando en la ría de Vigo. En el mes de julio de ese año, entraron en la ría dos navíos, tres fragatas y dos bergantines británicos al mando del comodoro Samuel Hood. El británico pidió al brigadier Apodaca que se rindiera y entregara el navío, el bergantín y los demás buques que en ese momento se encontraran en el puerto de Vigo.

Lejos de amilanarse, Apodaca dejó que el parlamentario británico observara las defensas que estaba preparando. La escuadra británica, abandonando sus planes de ataque, emprendió la salida de la ría, mientras el brigadier español, no contento con lo que había conseguido, mandó perseguirlos y consiguió represar un bergantín español que había tomado el enemigo cargado de provisiones.

El gobierno ordenó al brigadier pasara a Ferrol. Aunque sabía que el departamento estaba bloqueado por una escuadra británica, zarpó de Vigo y burlando su vigilancia, entró en Ferrol con el “San Agustín”, desarbolado del mastelero de gavia y tuvo que entrar en dique por el mal estado en que se encontraba.

Después se le ordenó ir a Cádiz para ponerse al mando del navío en la escuadra de Mazarredo, el “Mejicano”. Posteriormente se le otorga el mando del navío “Reina María Luisa”, perteneciente de la escuadra del general Nava. Realizó cruceros frente a Argel, fue a Liorna para traer a España a los reyes de Etruria y es ascendido a jefe de escuadra el 2 de octubre de 1802.

En el mes de julio del año de 1803 vuelve a encargarse del arsenal de Cartagena, en el que ya había ocupado ese cargo en el año de 1797. El 24 de marzo de 1807 se le concede el mando de la escuadra del Océano, rindiendo al año siguiente a la escuadra francesa surta en Cádiz, mandada por el almirante Rosily.

Se le ascendió a teniente general el 23 de agosto de 1809, y en noviembre del mismo año Apodaca es enviado a Londres para entablar negociaciones de paz y crear una alianza para luchar contra el invasor francés. Regresa a Cádiz de su misión diplomática en Londres, que había durado tres años y en su estancia en Londres había logrado, que la mayoría de los países centrales de Europa se unieran en su lucha contra Napoleón, todo esto le valió unas singulares muestras de aprecio, por parte del Gobierno y del Rey del Reino Unido, que le dio muestras ostensibles de ello al dejar el cargo el día 15 de junio del año 1811.

[editar] Virrey de la Nueva España

En el mes de febrero de 1812 pasa a la isla de Cuba como capitán general y gobernador de La Habana, y en Septiembre de 1816 es nombrado virrey de Nueva España, sustituyendo al conde de Calderón el 20 de septiembre. Recibió el mando de manos de su predecesor en un turbulento momento histórico en que los movivimientos de independencia se extendían por los territorios ultramarinos de España.

El nuevo virrey ofreció el indulto a los insurrectos. Su carácter, inclinado a la compensión y a la clemencia, produjo muy buenos resultados. Millares de insurgentes aceptaron el perdón, y tan sólo Vicente Guerrero en el sur y Guadalupe Victoria y Nicolás Bravo en Veracruz perseveraron en su rebeldía contra la Corona. Apodaca dio la orden de que que bajo ninguna circunstancia los prisioneros rebeldes debían ser ejecutados sumariamente. Prohibió que los muchachos volaran cometas, porque eso representaba un serio peligro ya que lo hacían desde las azoteas; revisó las cuentas y encontró que Calleja las había llevado con mucho cuidado; pagó la deduda pública y suspendió los empréstitos y restringió los ingresos a la recaudación de aduanas, impuestos y otras cuentas normales de la Hacienda. Igualmente, revitalizó el comercio y la minería tanto como pudo.

La sociedad en general sintió simpatía por el virrey y parecía que la rebelión iba apagándose por completo cuando se supo en México que el día 17 de abril de 1817 había desembarcado con tres barcos en Soto la Marina, Tamaulipas, el guerrillero liberal Francisco Javier Mina y 308 voluntarios procedentes de los puertos de Londres y Nueva Orleans. Mina hizo público un manifesto afirmando que no combatía la soberanía española en sus territorios de Ultramar, sino la tiranía del rey Fernando VII. No obstante, se nombró general del “Ejército Auxiliador de la República Mexicana” y el 24 de mayo empezó a avanzar hacia el interior del país para unirse a los insurgentes de Pedro Moreno en el Fuerte del Sombrero, al noreste de Guanajuato.

Apodaca envió contra Mina y sus aliados una fuerte columna al mando del mariscal de campo don Pascual Liñán, quien después de una activísima campaña hizo prisionero a don Xavier Mina en el rancho del Venadito, cerca de Silao, el 27 de octubre. Por esa victoria y siguiendo la costumbre napoleónica tan en boga, el virrey recibió el título de Conde del Venadito, título que sucitó numerosas burlas, incluyendo el de llamar a su esposa como “la venadita”.[1]

Con Mina fusilado (11 de noviembre), la insurrección parecía nuevamente haber llegado a su fin.

Las acciones de guerra en los tres primeros años de su mando, las resume así un biógrafo suyo: Acciones de guerra y fuertes conquistados, 309; en las que tuvieron los insurgentes 10.000 muertos y 6.216 prisioneros; la artillería tomada ascendió a 255 cañones, 27 obuses de todos los calibres, 10.453 armas de fuego y 5.108 blancas; los caballos tomados fueron 5.678 ensillados y 11.780 en pelo; las cédulas expedidas de indulto por el general Apodaca en todo el tiempo de su virreinato, fueron de 55.000 a 60.000, cuyas cifras expresan por sí solas su política.

Tuvo que enfrentarse con un gobierno absolutista que no concedía ninguna reforma, situación con la que Apodaca no estaba totalmente de acuerdo. Le tocó años difíciles, cuya situación no pudo o no supo resolver. Apodaca llegó a concebir la idea de amurallar la Ciudad de México para impedir que fuera capturada por los insurgentes. Una serie de acontecimientos se precipitaron entonces. En España triunfaba en 1820 la revolución liberal. En México, el coronel Agustín de Iturbide, que había estado luchando contra los insurgentes mexicanos, al enterarse, al igual que otros, del restablecimiento de la Constitución española de Cádiz, participó en la que se conoce como ‘Conspiración de la Profesa’, dirigida a obstaculizar que dicha Constitución se implantara en México. Obtuvo entonces que el virrey lo comisionara para combatir a Vicente Guerrero en el territorio que hoy lleva su nombre. Ascendido a brigadier, tras un enfrentamiento con Guerrero, Iturbide se pasó al bando rebelde. Después de proclamar el Plan de Iguala, en el que se declaraba la Independencia, Iturbide y quienes se habían aliado a él depusieron al virrey Apodaca. Éste confió entonces por breve tiempo el gobierno al mariscal Novella y salió de Ciudad de México. Con la entrada de Iturbide en la capital mejicana, Apodaca tuvo que salir de Nueva España y embarcar con su familia en Veracruz en el navío “Asia”, partiendo hacia La Habana en octubre de 1821.

Después de informar al Rey, permaneció en la ciudad de Madrid hasta 1823. Se le encomendó pasar a La Habana para la recuperación de México, pero su mala salud se lo impidió.

En el año de 1826 es nombrado consejero de Estado y el día uno de mayo del año de 1830, se le promovió a la dignidad de Capitán General y director de la Armada. Falleció en la ciudad de Madrid el día 11 de enero de 1835 cuando estaba apunto de cumplir los 81 años de edad.

Causó su muerte un sentimiento general; disponiéndose que hubiera siempre en la Armada un buque llamado Conde de Venadito, y en el mes de septiembre del año de 1862, que los restos de tan esclarecido general y patricio reposaran en el Panteón de Marinos Ilustres, siendo autorizado su hijo a instalar un sarcófago para encerrar sus cenizas. Mientras se efectuaba, Gastón de Iriarte mandó colocar en el lugar correspondiente una lápida de recuerdo, que desapareció no bien se hizo el traslado de los restos, no faltando en la actualidad sino levantar un mausoleo digno depositario de tan venerables cenizas.

[editar] Referencias

[editar] Notas

  1. ? Sefchovich, 1999: 68.

[editar] Bibliografía

  • Cervera y Jácome, Juan. El Panteón de Marinos Ilustres. Ministerio de Marina. Madrid. 1926.
  • González de Canales, Fernando. Catálogo de Pinturas del Museo Naval. Ministerio de Defensa. Madrid, 2000.
  • Martínez-Valverde y Martínez, Carlos. Enciclopedia General del Mar. Garriga. 1957.
  • Sefchovich, Sara (1999), La suerte de la consorte: Las esposas de los gobernantes de México: Historia de un olvido y relato de un fracaso, Ciudad de México: Oceáno. ISBN 9706512144.

[editar] Enlaces


Predecesor:
Félix María Calleja del Rey
Virrey de la Nueva España
18161821
Sucesor:
Francisco Novella

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