Luyaba
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País | Argentina | ||
? Provincia | Córdoba | ||
? departamento | San Javier | ||
Información oficial | IFAM CBA240 | ||
Ubicación | |||
? Altitud | 505 msnm | ||
Superficie | n/d | ||
Población | 760 hab. (INDEC, 2001) | ||
? Densidad | S/D hab./km² | ||
Gentilicio | luyabenses. | ||
Código postal | X5875 |
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Pref. telefónico | 03544 |
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Pte. Comunal | Altamirano, UPC |
Luyaba es una localidad cordobesa situada en el departamento San Javier, provincia de Córdoba, Argentina, a pocos kilómetros del límite con la provincia de San Luis.
Aunque hace mucho que nadie los cuenta, hasta 2001 Luyaba tenía unos 760 habitantes. Se encuentra situada sobre la ruta provincial Nº 14, a 230 km de la Ciudad de Córdoba, aproximadamente. Es pueblo es breve como patadita de chancho, así que si pasa manejando preste atención porque puede pasar de largo y perdérselo.
El nombre “Luyaba” podría significar ?espejismo? en el dialecto que usaban los Comechingones, o podría tratarse del nombre de un cacique que habitó la zona. Como sea, ante la falta de comechingones vivos, debemos conformarnos con estas especulaciones que podrán ser inexactas pero no dejan de ser divertidas. Luyaba es hoy, también, la marca de una serie de hierbas serranas que se venden embolsadas en comercios de la provincia, y llegó a ser el nombre de una concurrida whiskería del cercano camino de la Costa. Estos últimos datos no son mencionados por el famoso historiador Barrionuevo Imposti en su libro Historia de Traslasierra, así que agradezcan que los leyeron acá.
Luyaba no tiene una actividad económica productiva importante. O sea, es parte de la Argentina. En las temporadas veraniegas algunos de sus habitantes intentan aprovechar la avalancha turística que se apropia del valle, gracias al hermoso paisaje, a su balneario, su flora, su clima y su adorable tranquilidad. Pero el pueblo carece de infraestructura suficiente para dar comodidad a visitantes de un nivel económico alto. Posee una pequeña y acogedora posada y dos campings, con muy buenas instalaciones, inaugurados en los últimos años.
Los proyectos desarrollados en una mina de la zona, de feldespato y otros minerales, no fructificaron y se encuentran paralizados desde hace años, para alegría de los ecologistas. Ultimamente se ha producido la llegada de inversores que compraron campos en el pueblo con la intención de ponerlos a producir olivos, arándanos, orégano y otras especies.
Durante unos pocos años se realizó, en la segunda quincena de enero, un original encuentro que se bautizó el Festival de la Gallina Hervida. El día del festival, un pequeño grupo de 200 personas, casi todos hombres, se reunían bajo los árboles y parrales en el patio de un vecino, a escuchar canciones y a beber y comer comidas típicas de la zona, como la sopa quietita, y las famosas gallinas criollas compradas a pobladores de los alrededores. Lamentablemente el festival se dejó de organizar, pese a que era visitado por gente llegada de numerosos lugares del país y a que cada año se renueva la esperanza de que retorne al calendario festivalero cordobés.
Luyaba está ubicada sobre el llamado “arco de la pobreza” de Córdoba, que abarca el norte y oeste provinciales, poco desarrollado, poco poblado, en contraposición al sur y este, donde la agricultura enriquece las ciudades y acelera el desarrollo.
Pese a sus evidentes atractivos naturales, el pueblo no evidencia un progreso considerable desde las últimas décadas. Las últimas administraciones comunales se han mostrado ineficaces, por utilizar una palabra amable. El anterior jefe comunal fugó del pueblo, supuestamente debido a deudas, en un sonado caso que fue seguido por la prensa nacional. Actualmente un pariente de ese jefe comunal está a cargo de la comuna tras haber ganado las elecciones celebradas en setiembre de 2007. Un número importante de vecinos, ante la falta de oportunidades laborales y de capacitación, cobra planes sociales del Gobierno.
Un dicho popular de la región menciona al pueblo (“Con las bolas largas como perro de Luyaba”), que también es conocido por el grueso e histórico algarrobo que engalana su plaza. Vecinos añejos del lugar recuerdan que Luyaba también fue escenario de episodios como la extraña aparición de enanos-duendes, de conductas malignas e instintos básicos, que durante meses mantuvieron encerrados en sus casas a los habitantes.