Mario Puzo

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Mario Puzo

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Mario Puzo
Nació en:

Manhattan, New York el Octubre 15 de 1920

Murió en:

Bay Shore, New York el Julio 2 de 1999


Ocupación: Novelista
Nacionalidad: estadounidense
Género: Novela, Crimen
Influencias: Honoré de Balzac
Simone Weil
Página web: www.mariopuzo.com

Mario Gianluigi Puzo (Octubre 15, 1920 ? Julio 2, 1999), fue un autor de origen Italiano-Americano conocido como el literato de la mafia, especialmente por su obra maestra El Padrino (1969).

Tabla de contenidos

[editar] Vida y Obra

Nació el 15 de octubre de 1920 en Hell’s Kitchen, barrio ubicado en la parte oeste de Manhattan. Hijo de inmigrantes venidos de Nápoles, Italia.

Cuando era joven leía cuanto libro se encontraba y pasaba largas horas en las bibliotecas y después de terminar sus estudios en el City College of New York, prestó servicio militar en la Segunda Guerra Mundial pero debido a problemas en la vista lo nombraron oficial de relaciones publicas en Alemania. Posteriormente recibió clases en New School for Social Research, New York, en la Universidad de Columbia y tomó clases de literatura y escritura.

En 1946 se casó con Erika Lina Broske,[1] a quien conoció durante la guerra y tuvieron tres varones y dos mujeres.

Su primer escrito titulado “La última Navidad” fue publicado por la revista American Vanguard en 1950 y posteriormente, en 1955, publicó su primer libro, Dark Arena. Puzo sentía las letras en su sangre como un monstruo que lo impelía a escribir y por esto en 1963 abandonó su trabajo administrativo en el Gobierno de Nueva York y se convirtió en escritor freelance. Escribía opiniones y articulos sobre libros, también lo hacia para revistas masculinas.

Su siguiente libro, The Fortunate Pilgrim,1965 tampoco tuvo mucho éxito comercial, sin embargo ambos habían sido bien recibidos por la crítica.

Decepcionado, Puzo se cuestionó sobre su vocación, pero se fijó una meta: Escribir un Best Seller. Así, a los 45 comenzó a trabajar en El Padrino, una novela acerca de Mafia, Corrupción, Violencia y Honor. Tenía deudas por más de 20.000 USD, una esposa y cinco hijos para mantener. En 1969 publica El Padrino la cual resultó ser su obra cumbre permaneciendo 67 semanas como Best-Seller en Estados Unidos de América. A lo largo de los años ha vendido más de 21 millones de copias.

El Padrino causó gran impacto cuando fue llevado a la gran pantalla y recibió varios Premios Oscar, incluido el de Mejor Película y el de Mejor Guión. Fue llevada al cine, prácticamente cuadro a cuadro, ahí radica su grandeza, logrando que más que ser sólo un libro o una película bien lograda, El Padrino es para los hombres un compendio de sabiduría.

De acuerdo al escritor, The Fortunate Pilgrim es su mejor libro, pero no tuvo éxito comercial; de modo que admite redireccionar su vida rumbo a los trabajos que le reportaran dinero. De ahí nacieron los guiones de muchas películas. “…Puedes sentarte a escribir novelas tardándote cuatro o cinco años y ganando poco dinero. O puedes hacerlo y escribir guiones de cine y en dos o tres meses ganar un montón de plata. Simplemente no puedes rehusarte…”

La esposa de Puzo cayó presa de una enfermedad terminal y Carol Gino fue su enfermera (más tarde sería también la de Puzo), su presencia quizás se ve reflejada en el capítulo de The Last Don donde el magnate del cine Eli Marrion,muere al lado de su enfermera. Además de enfermera, Carol también se convirtió en su compañera y por caprichos del destino, fue ella quien terminó la última novela de Puzo, Los Borgia, que narra la vida de la primera gran familia de la mafia, segun Puzo.

[editar] Varios

Adoraba jugar tenis (seguramente extrajo de allí la presencia de la seductora tenista en su novela Omerta). Le gustaba también apostar ocasionalmente en Las Vegas (recuerden el episodio de Moe Green en The Godfather y su novela The Last Don).

Puzo, pese a ser descendiente de italianos nunca tuvo contacto con el medio del crimen. De hecho, según sus propias palabras Don Corleone era un personaje que lo espantaba. Además decía que su mafia era una versión romántica del mundo criminal real. “Si hubiera estado en la mafia jamás habría tenido que escribir”

Es increíble, pero a pesar de la enorme presencia del catolicismo en la obra de Puzo, el escritor según decía, no creía en Dios ni en los dogmas de la Iglesia, sólo en la bondad humana.

Pese a entender perfectamente la naturaleza del mal, Puzo decía que la justicia debía ser una constante en la sociedad, sin embargo estaba decepcionado de cómo se administraba en Estados Unidos de América, donde según él, la Ley protege más a los criminales con dinero que a la gente común.

Puzo dijo en alguna ocasión que su felicidad residía en una buena comida, practicar tenis, apostar jugando, mirar el techo de su casa por horas y escribir, escribir.

Mario Puzo es el único sobreviviente acusado de romper la Omerta (pacto sagrado siciliano de silencio). Puzo fue el único testigo que señaló a la mafia, al gobierno, a los hombres, a la sociedad y hasta a Dios. Puzo no murió comiendo pasta baleado en un pequeño restaurante, tampoco lo hizo cercano a una naranja (live motiv maravilloso de su trilogía). No, Puzo no fue acallado por las balas. El incansable escritor ganador de dos Oscares era perseguido por la diabetes y había sufrido una cirugía de corazón en 1992. La muerte lo tomó el 2 de Julio de 1999. Le sobreviven Carol y sus cinco hijos.

[editar] Libros

Sus libros son los siguientes:

Como guionista, destacan:

[editar] Frases Célebres

El Padrino

Un hombre que no sabe ser buen padre no es un auténtico hombre.

La amistad lo es todo. La amistad vale más que el talento. Vale más que el gobierno. La amistad vale tanto como la familia. Nunca lo olvides.

Nunca te enfades; no profieras amenaza alguna. Razona con la gente.

Los italianos dicen que la vida es tan dura que el hombre debe tener dos padres que velen por él; por eso todos tienen un padrino.

Todo hombre tiene derecho a cometer una locura en su vida.

Toma las riendas de tu propia vida; lo importante es saber lo que uno quiere.

Las mujeres y los niños pueden darse el lujo de ser descuidados; los hombres no.

The Last Don

Todos los hombres son completamente responsables de sus actos, cualesquiera que sean las tensiones, el remordimiento o la dureza de las circunstancias.

El principal deber de un hombre es ganarse la vida.

Amar al padre, a la madre o a la hermana, pero cuidarse siempre de amar a una mujer que no sea la esposa. La esposa es la mujer que da a luz a los hijos de uno. En cuanto ocurre tal cosa, uno tiene que entregarse en cuerpo y alma a ganar para ellos el pan de cada día.

Una maravillosa respecto al cine vs. los libros: Lo que no puede hacer la cámara es introducirse en la mente de los personajes, no puede reproducir el proceso de pensamiento y la complejidad de la vida.

Puzo escribió alguna ocasión: Los escritores no son los libros. Sus libros son la destilación de lo mejor que hay en ellos.

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