Médula espinal
De Wikipedia, la enciclopedia libre
La médula espinal es la prolongación del encéfalo desde el agujero occipital, al nivel de la decusación de las pirámides del bulbo raquídeo, hasta la región lumbar y se aloja en el conducto vertebral. En el ser humano es un cordón nervioso con una longitud que no coincide con la de la columna vertebral. En el cuerpo humano adulto la médula espinal llega aproximadamente hasta la vértebra lumbar ‘L1’, aunque en el recién nacido puede llegar hasta la ‘L3’ y tiene forma casi cilíndrica (a medida que la médula se separa del bulbo raquídeo adquiere forma más cilíndrica). En realidad es un tanto aplanada, aún conservando su forma cilíndrica, su diámetro frontal es superior al sagital.
La médula espinal es la encargada de llevar los impulsos nerviosos desde las diferentes regiones del cuerpo hacia el encéfalo, y del encéfalo a los segmentos distales del cuerpo, aspecto de una gran importancia en clínica. También se encarga de controlar las actividades reflejas mediante el llamado arco reflejo. Además transmite información del Sistema Nervioso Simpático y Parasimpático.
Tabla de contenidos |
[editar] Estructura
Su región más interna está compuesta por la sustancia gris, que en un corte transversal se observa en forma de “H” en la región central, y la periférica por la sustancia blanca, que forma haces de fibras que trasportan la información. Está dividida en segmentos; así, los nervios espinales quedan emplazados en ocho cervicales, doce torácicos, cinco lumbares, cinco sacros y uno coccígeo. Cada segmento tiene dos pares de raíces (dorsales y ventrales) situados de forma simétrica en la parte dorsal y ventral.
Presenta dos engrosamientos: ‘C4’ a ‘C7’: este engrosamiento se debe a las raíces de nervios que van a transmitir sensibilidad y acción motora hacia y desde los miembros superiores (brazo, antebrazo y mano). ‘D11’ a ‘L1’: se debe a las raíces de nervios que permiten transmitir la sensibilidad y acción motora hacia y desde los miembros inferiores (muslo, pierna y pie).
[editar] Configuración interna
En un corte transversal se observa una sustancia gris central y una sustancia blanca periférica. La sustancia gris está compuesta principalmente por neuronas y células de sostén (neuroglía). Presenta dos astas grises anteriores y dos astas grises posteriores unidas por la comisura gris. Esta comisura gris tiene en su centro el conducto ependimario o epéndimo medular, que la divide en una comisura gris anterior y posterior. A nivel torácico y lumbar también aparecen las astas grises laterales que corresponden a los somas de las neuronas que forman el sistema autónomo simpático o toracolumbar.
El extremo final de la medula (a nivel de la segunda vértebra lumbar) recibe el nombre de cono medular y allí se localizan los centros de control de esfínteres, como son los del esfínter vesical y anal, así como el del esfínter seminal (este último, sólo en hombres, controla el esfínter de la vesícula seminal para la eyaculación del semen).
[editar] Funciones
Las funciones de la médula son básicamente cuatro:
- Conducir aferencias sensitivas del tronco, cuello y las cuatro extremidades.
- Conducir aferencias motoras del tronco, cuello y extremidades.
- Conducir vías simpáticas del tronco y extremidades.
- Control de esfínteres.
[editar] Lesión en la médula
La lesión de la médula causa uno o varios de los siguientes síntomas-signos:
- Parálisis en músculos del tronco, cuello y extremidades.
- Pérdida de sensibilidad del tronco, cuello y extremidades
- Trastornos (incontrol) de esfínter vesical, anal o seminal.
- Bloqueo del sistema simpático (hipotensión, bradicardia, distensión abdominal).
El grado de compromiso depende del grado del daño: puede tratarse de una lesión completa (si se observan todos los síntomas-signos indicados) o de una lesión incompleta si sólo presenta unos de los síntomas o todos pero en forma parcial (por ejemplo, parálisis parcial y no total).
[editar] Nivel de lesión
En clínica es muy importante conocer el nivel medular afectado. Para poder comprender la relación entre segmento medular afectado y nivel de parálisis producido hay que recordar que el hueso, a diferencia de las células nerviosas, tienen un crecimiento posterior al desarrollo de lo que es el tubo nervioso o médula, más importancia que cualquier referencia bibliográfica que sustente este esbozo es la referencia clínica.
[editar] Referencia Clínica
El daño de las vértebras ‘C4’ a ‘C7’ provoca parálisis que incluye las cuatro extremidades, la afectación a nivel de la ‘D11’ provoca parálisis de las extremidades inferiores. Para comprender el nivel de la lesión y el daño ocasionado hay que tener en cuenta el desfase en la velocidad de desarrollo entre el Sistema Nervioso y el Sistema Oseo.
[editar] Patología
Las afectaciones óseas van a comprimir distintas raíces de la médula espinal una buena higiene postural es necesaria para evitar complicaciones a largo plazo; aún así, muchas de estas alteraciones tienen una base genética o son provocadas por accidentes de difícil prevención.
[editar] Tratamiento
La lesión vértevromedular, cuándo es completa, requiere fijación quirúrgica de columna realizada por profesional quirúrgico especializado; si la lesión afecta sólo al hueso, la intervención puede ser exitosa; si está dañado el nervio, o es dañado en la intervención, va a ser muy importante la valoración de déficit de autocuidados y el desarrollo de un plan integral de cuidados diseñado habitualmente por profesionales de la enfermería y que va a abarcar otras disciplinas, tanto sanitarias como sociales.