Pedofilia
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La pedofilia o paidofilia (del griego ?????????? y éste de ????-?????? páis-paidós, «muchacho» o «niño», y ???í? filía, «amistad») es la inclinación de las personas a sentir una atracción sexual primaria hacia niños prepúberes.
La Real Academia Española prefiere «paidofilia» (etimológicamente más correcta) sobre «pedofilia», si bien esta segunda forma es más usada.
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Sinónimos
Paidosexualidad
Antes de principios del siglo XX se utilizaba como sinónimo la palabra «paidosexualidad» con la misma raíz etimológica paidós (que se utiliza, por ejemplo, en las palabras paidología, pedagogía y pediatría). Pero ateniéndose a la etimología, la palabra vendría a significar «deseo sexual de un niño o una niña bonita».
Pornografía infantil
Desde fines del siglo XX en ocasiones la palabra pedofilia es incorrectamente usada en los medios para describir la pornografía infantil o los abusos sexuales a niños y adolescentes menores de 18 años. Hoy en día el uso de la palabra pedofilia está socialmente aceptada para describir todos los tipos de relaciones sexuales con niños o adolescentes, considerando que cuando se habla de «niños», se hace referencia a personas cuyo rango de edades oscila entre los 6 – 7 años hasta los 18 años. En la mayoría de los países occidentales, el alcanzar los 18 años constituye un pasaje entre la niñez y la adultez, expresada como juventud.
Debido al carácter parafílico e ilegal de este tipo de pornografía en la mayoría de los países, es difícil acceder a este tipo de pornografía, por lo cual su comercialización es virtualmente inexistente. Anteriormente, mucho se ha hablado de que la pornografía infantil es producida y distribuida casi en su totalidad por redes grandes dedicadas a este tipo de pornografía, pero hasta ahora no ha habido ninguna investigacion seria que soporte esta conclusión, lo cual no ha evitado que dicha suposicion sea generalmente aceptada como dogma por muchos periodistas y escritores del tema.
Pedofilia y la ley
En países como Argentina, la ley prohibe y condena tanto la transmisión como la creación de material pornográfico que involucre a niños. En los últimos dos años la policía de este país desbarató sendas cadenas de pervertidores de menores y traficantes de pornografía infantil, que incluían conexiones con países como España, Venezuela, Chile o el Reino Unido. Muchas de estas personas están hoy cumpliendo las condenas impuestas por ser hallados, en mayor o menor grado, culpables del delito de “abuso sexual calificado y perversión de menores”. En España, el Código Penal no tiene un artículo específico para castigar al pedófilo sino que, en concordancia con la Tradición del derecho en España de castigar el resultado, no la mera intención, pena el efecto de dicha pedofilia; es decir, que no es delito ser pedófilo, sino efectuar actos de pedofilia. Así, por ejemplo, el que mantenga relaciones sexuales con un menor podrá ser castigado con la pena del artículo 180 del Código Penal, como autor de un delito de Agresión Sexual con agravantes. Si dichas relaciones no consisten en introducción de objeto o parte alguna del cuerpo en las cavidades bucales, genitales o anales, serán consideradas un delito de Abusos Deshonestos, y, siempre que el menor lo sea de 12 años o menos, serán siempre considerados como no consentidos y se les aplicará la pena prevista en el artículo 181. Por último, aquellos que se exhibieren obscenamente ante menores, por sí o por otros, serán castigados conforme al artículo 185, y los que difundieren, vendieren o exhibieren material pornográfico a menores de edad, lo serán en virtud del artículo 186.
Relación aceptada con adolescentes
En los países donde las relaciones entre adultos y adolescentes son aceptadas social y legalmente, al menos con consentimiento paterno, o se ven con tolerancia, el término “pedófilo” casi no se utiliza, ni formal ni informalmente[cita requerida]. En relación a la atracción por los adolescentes también suele usarse el término “hebefilia”.
Adolescentes emancipados
En la mayoría de los países occidentales los adolescentes de cierta edad se pueden emancipar legalmente por el matrimonio con autorización de un juez, autorización explícita por parte de padres o tutores u otros medios. La edad núbil se encuentra generalmente por debajo de la mayoría de edad y, en algunos casos, por debajo de la edad legal de consentimiento sexual. Las relaciones sexuales con adolescentes emancipados no se consideran paidofílicas.
En España la emancipación es un acto civil por el cuál la persona que ostenta la patria potestad de un menor de 18 años, pero mayor de 16, puede habilitarle para que efectúe algunos de los actos que la Ley reserva a los mayores de edad. Esto es, le otorga una capacidad de obrar limitada y el padre sigue manteniendo la patria potestad sobre el menor.
Sin embargo, dicha emancipación sólo tiene efectos civiles y no produce ipso-facto la mayoría de edad. El menor así emancipado no deja de serlo para muchas otras cosas. Por ejemplo, si una persona de 16 años, emancipada, comete un delito, le será aplicada la Ley de Menores y no el Código Penal. Además, para todos aquellos casos en que así lo contempla la Ley Penal, el menor de 18 años sigue siendo menor de edad, aún cuando esté emancipado.
Por ello, al menos en España, a la persona que mantuviera relaciones sexuales no consentidas (por ejemplo) con un menor de 16 ó 17 años, emancipado, podría aplicársele el artº 180 del Código Penal y castigarlo como autor de un delito de Agresión Sexual.
Definiciones
El término “paidofilia erótica” fue acuñado en 1896 por el psiquiatra vienés Richard von Krafft-Ebing en su obra Psychopathía sexualis, donde se enumeran las siguientes características:
- El interés sexual se dirige hacia los niños, tanto prepubescentes como al principio de su pubertad.
- Interés sexual primario (es decir dirigido de manera exclusiva o principal) hacia niños.
- Interés sexual que permanece a lo largo del tiempo.
Algunos sexólogos, como el Dr. John Money, consideran que no sólo los adultos, sino los jóvenes pospúberes podrían distinguirse como posibles pedófilos.
Sólo la atracción primaria es pedofilia
Una persona no es necesariamente pedófila por sentirse atraída sexualmente por los niños o las niñas, sino porque esa atracción sexual es primaria (o sea la atracción principal, aunque también esté atraído o atraída por otros objetos sexuales). Estadísticamente ?según Freund y Costell (1970), Kinsey y otros (1975) y Hall y otros (1995)? al menos una cuarta parte de las personas adultas pueden sentirse sexualmente atraídas a niños o niñas y no por ello ser pedófilas. Nótese que es posible diagnosticar la paidofilia por la mera presencia de “fantasías o deseos sexuales” del sujeto, sin necesidad de que lleve a cabo actos sexuales con niños.
La cuarta edición revisada del Manual de diagnósticos y estadísticas de enfermedades mentales de la American Psychiatric Association (“Asociación Psiquiátrica Estadounidense”) incluye un diagnóstico estándar basado en 3022 casos de paidofilia:
- Fantasías sexuales intensas o recurrentes, impulsos sexuales o comportamientos que implican actividad sexual con uno o varios niños prepubescentes (generalmente de 13 años o menores) durante un periodo de al menos 6 meses.
- La persona ha actuado por estos impulsos, o los impulsos o fantasías sexuales provocan ansiedad o dificultades interpersonales.
- La persona tiene por lo menos 16 años y es como mínimo 5 años mayor que el niño o niños del punto A
- Nota: no se incluye a individuos al final de su adolescencia implicados en una relación sexual activa con un sujeto de 12 ó 13 años.
La frontera real entre niñez y adolescencia puede variar en cada caso y es difícil de definir en términos estrictos de edad. La Organización Mundial de la Salud, por ejemplo, define la adolescencia como el periodo comprendido entre los 10 y los 20 años de edad.
Términos relacionados
Abuso sexual infantil
Un criminal que cometa abuso sexual es comúnmente (y frecuentemente, pero no siempre, por error) considerado pedófilo; sin embargo, frecuentemente puede haber otras motivaciones. Gran parte de las violaciones de adultos se llevan a cabo por razones no sexuales. Muchos violadores no se sienten especialmente atraídos hacia los niños, un hecho que ha sido reconocido a veces por las leyes. A veces se hace referencia a ellos como seudo-pedófilos.
El término pedofilia no es un término legal. Un acto de abuso sexual infantil no es calificado como pedofilia por las leyes [1]. Sin embargo, los periódicos y otros medios frecuentemente hacen un uso erróneo de los términos «acusado de pedofilia» o «pedófilo convicto» en referencia a individuos acusados o convictos por abuso sexual infantil. También se han usado otros términos extraños, como «pedófilo en serie».
Efebofilia
La efebofilia, también conocida como hebefilia, es la condición en la cual personas adultas experimentan atracción sexual hacia adolescentes que ya han pasado la etapa de la pubertad. La pederastia es la atracción hacia adolescentes masculinos. La atracción hacia adolescentes femeninas cuyo físico corresponde más bien al de una preadolescente (niña, puberta o prepuberta) es conocido como «loli-con» o «complejo de lolita». Por definición, estos términos no son sinónimos de pedofilia. No obstante, en los países occidentales se ha usado con frecuencia la palabra pedofilia para referirse a la efebofilia y, en general, a la atracción sexual hacia cualquier persona cuya edad sea menor a la edad de consentimiento sexual.
Los deseos sexuales hacia adolescentes son comunes en adultos con orientación heterosexual u homosexual. Sólo cuando esa atracción es exclusiva se le puede llamar efebofilia. Debe hacerse notar que, a diferencia de la pedofilia, la efebofilia jamás ha sido vista como patológica por los psicólogos y psiquiatras. De hecho, es considerada la norma en algunas sociedades en las cuales las adolescentes se suelen casar con hombres adultos. Sin embargo, suelen existir leyes que penalizan las relaciones sexuales entre adultos y adolescentes por debajo de una edad determinada que varía de país en país (la edad de consentimiento sexual).
Normas culturales
Históricamente, en las sociedades cristianas occidentales el sexo fue considerado un privilegio del matrimonio, y el matrimonio era permitido siempre y cuando hubiera consentimiento parental. Era muy común que muchachas adolescentes y, en algunos casos niñas prepúberes, se casasen con hombres adultos, y es difícil creer que la actividad sexual estaba ausente en todos los casos.
Sin embargo, y, a este respecto, hay que tener en cuenta la esperanza de vida de los humanos, que no era igual hoy en día que hace 500 años. Así, es cierto, por ejemplo, que Julieta tiene, según la obra de Shakespeare, 13 años (y aún se dice que “otras a su edad son madres felices”), pero lo cierto es que la esperanza de vida no superaba los 30 años, con lo cual una mujer de 13 años estaba en la mitad de su vida…
Antes del siglo XX las sociedades occidentales también consideraban atracción hacia el cuerpo de los prepúberes como aceptable, como se evidencia por la aceptación de trabajos artísticos que incluían desnudos e imágenes eróticas de niños (por ejemplo, las fotos de Lewis Carroll, el autor de “Alicia en el País de las Maravillas”). Durante el siglo XX se hicieron intentos de destruir tales obras de arte, ilegalizarlas o removerlas de las bibliotecas y museos públicos. Aunque en general este arte suele considerarse como legal aún, existe una gran presión social en contra de la creación de nuevas manifestaciones artísticas de este tipo.
Véase también
Enlaces externos
- Explaining Pedophillia, desde un punto de vista médico (en inglés).
- Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de menores, de Juan Carlos Romi y Lorenzo García Samartino.
- Pedofilia y pederastia, en El Cajetín de la Lengua.