Revolución de Chuquisaca

Recomendar esta página Ver en PDF Imprimir esta página
Wiki de astronomía.
Todo el poder de la Wikipedia y toda la esencia de la astronomía

Revolución de Chuquisaca

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Historia de Bolivia

Otros
Presidentes de Bolivia
Fronteras de Bolivia

La Revolución de Chuquisaca del 25 de mayo de 1809 fue un levantamiento popular contra las autoridades de la Real Audiencia de Charcas en la ciudad de Chuquisaca actualmente conocida como Sucre. Es conocido en Bolivia como el Primer Grito Libertario de América, o la “Chispa de la liberación americana”. El independentista Bernardo de Monteagudo la considera como el inicio de la Revolución del Río de la Plata[1] .

Tabla de contenidos

[editar] Antecedentes

En 1808 Napoleón Bonaparte logró la abdicación de Carlos IV en favor de Fernando VII y de este último en favor de los Bonaparte, quedando José Bonaparte como el nuevo rey de España y sus colonias. Esta crisis institucional y la consecuente invasión de España por el ejército napoleónico, propició la creación de juntas en la península, que desconocieron la autoridad de Jose Bonaparte, defendiendo los derechos de Fernando VII. En esas circunstancias en 1809, en Chuquisaca, y luego en muchas otras ciudades americanas bajo el dominio del Imperio Español, se detonó una crisis política a causa de la crisis institucional en la metrópoli y de las tensiones revolucionarias que venían madurando en las sociedades coloniales.

[editar] Goyeneche: entrevista en Chuquisaca

En 1808, José Manuel de Goyeneche, militar español, fue comisionado como representante plenipotenciario de la Junta Suprema de Sevilla para la proclamación del rey Fernando VII en el del Río de la Plata y en el Virreinato del Perú. Al pasar por Río de Janeiro camino a Buenos Aires, se entrevistó con Carlota Joaquina de Borbón, hermana de Fernando VII y reina regente de Portugal en Brasil, con ambiciones de asumir los títulos de su hermano en tierras americanas. La reina Carlota le da a Goyeneche cartas con sus pretensiones dirigida a las autoridades coloniales que el iba a visitar. Goyeneche aceptó el encargo, sin comprometerse más que actuar de mensajero.

Cuando Goyeneche llegó a Chuquisaca, sede de la Real Audiencia de Charcas, las noticias de su entrevista con Carlota de Brasil despertaron alarma en la población. A mediados del siglo XVIII la provincia de Chiquitos, en los llanos al oriente de Chuquisaca, había sido alcanzada por las incursiones de bandeirantes brasileños, quienes secuestraron para esclavizar a la población aborigen, recuerdo que despertó suspicacias en la población de la ciudad.

Las diligencias de Goyeneche fueron cortas, pues la Real Audiencia y su presidente Ramón García de León y Pizarro reconocieron la autoridad de la junta peninsular y las comunicaciones de la Reina Carlota no pasaron de meras formalidades que se despachan antes de que el plenipotenciario siguiera camino de Lima.

[editar] Eventos

Encabezados por Bernardo de Monteagudo, Jaime de Zudáñez y otros seguidores de ideales republicanos, se realizaron protestas populares en las calles de Chuquisaca con el lema Muera el mal gobierno, viva el Rey Fernando VII!, fomentados por rumores de conspiración carlotista. Pizarro ordenó el arresto de los miembros de la Real Audiencia, pero sólo fue apresado Zudáñez, mientras que sus correligionarios pasaron a la clandestinidad. El 25 de mayo de 1809 los estudiantes de la Universidad San Francisco Javier, descontentos también con el rector arzobispo Benito María Moxó y Francolí, se rebelaron, seguidos por el pueblo, pidiendo la liberación de Zudáñez y la renuncia de Pizarro. Éste dijo que con un Pizarro empieza la colonia del alto Perú y con otro el final. Como llamada al pueblo se tocó una de las campanas de la iglesia de San Francisco hasta rajarse. La campana ahora es llamada “La Campana de la Libertad” y se la toca cada 25 de mayo en honor a la “Chispa de la Liberación Americana”.

El arzobispo Moxó, acosado por una multitud y por pedido de miembros de la Audiencia inició gestiones ante Pizarro para que pusiera en libertad a Zudáñez. Al no tener respuesta, se presentó ante Pizarro una delegación compuesta por el subdelegado del partido de Yamparáez, teniente coronel Juan Antonio Álvarez de Arenales, el alcalde Paredes y el padre Polanco, solicitando el retiro de la artillería desplegada por el gobernador. Pizarro aceptó pero sus oficiales leales rechazaron las exigencias y abrieron fuego sobre la multitud que reaccionó apoderándose de la artillería y municiones. Pizarro dimitió y la Audiencia asumió el mando político y militar, nombrando a Álvarez de Arenales como comandante general y gobernador de Charcas. Como el gobernador de Potosí, Francisco de Paula Sanz marchó con tropas sobre Chuquisaca, Álvarez de Arenales organizó la defensa formando las milicias de Chuquisaca y Yamparaez con nueve compañías de infantería organizadas por los oficios de sus miembros: I Infantería (al mando de Joaquín Lemoyne), II Académicos (Manuel Zudáñez), III Plateros (Juan Manuel Lemoyne), IV Tejedores (Pedro Carbajal), V Sastres (Toribio Salinas), VI Sombrereros (Manuel de Entre Ambas Aguas), VII Zapateros (Miguel Monteagudo), VIII Pintores (Diego Ruiz) y IX Varios gremios (Manuel Corcuera). Se formaron además tres partidas de caballería ligera al mando de Manuel de Sotomayor, Mariano Guzmán y Nicolás de Larrazabal, un cuerpo de artillería al mando de Jaime Zudáñez y un batallón de pardos y morenos.

[editar] Consecuencias

Los dirigentes de la revuelta en Chuquisaca enviaron emisarios a distintas ciudades, supuestamente para transmitir sus leales intenciones para con Fernando VII, encubiertamente escogidos para fomentar los sentimientos independentistas entre los habitantes de estas otras ciudades. Bernardo Monteagudo fue enviado a Potosí y Tupiza, Mariano Michel y José Manuel Mercado fueron a La Paz, Alzérraca y Juan Maria Pulido fueron a Cochabamba, Joaquín Lemoine a Santa Cruz de la Sierra y Manuel Moreno a Buenos Aires.

Mientras tanto, el intendente de Potosí, Francisco de Paula Sanz y el designado sucesor de Pizarro, Vicente Nieto, enviaron tropas para sofocar la rebelion por orden del virrey Cisneros de Buenos Aires, las cuales entraron pacíficamente en Chuquisaca el 24 de diciembre de 1809. Paula Sanz solicitó ayuda al cacique aymara de Chayanta, Martín Herrera Chairari, famoso por su crueldad, pero Manuel Asencio Padilla con guerrilleros reclutados en Tomina y Chayanta, atacó a Chairari impidiendo que abasteciera con víveres y forraje a las tropas de Paula Sanz. Chairari fue degollado por aymaras que aprovecharon las circunstancias para liberarse de su yugo.[2]

Zudáñez y Monteagudo huyeron de Chuquisaca, la Real Audiencia fue restablecida y las compañías fueron disueltas, pero el antiguo orden no volvería a ser el mismo. Álvarez de Arenales fue puesto en prisión en los calabozos del Callao.

En julio de ese mismo año una revuelta estableció la Junta Tuitiva en La Paz y en mayo una revolución en Buenos Aires, desencadenándose una serie de sucesos que desembocaron en la independencia de las repúblicas de America del Sur.[3]

[editar] Controversia

Este evento es considerado por la tradición historiográfica como el primero de los eventos autonómicos que desembocaron luego en los movimientos independistas en la América Hispana. Sin embargo, en la historiografía reciente ha surgido una corriente revisionista que llama a este evento una revolución monárquica por sus expresiones de lealtad al monarca. Afirman que se trató de una revuelta que enfrentó a Fernandistas y Carlotistas en un contexto alejado de intenciones independentistas, criticando su actual condición de fiesta cívica patriótica. Se la pone en contraste con la revolución del 16 de julio en La Paz, bajo la dirección de Pedro Domingo Murillo, que fue una revolución abiertamente independentista. Señalan a la Junta Tuitiva que se formó en La Paz como el primer gobierno libre de América del Sur y origen de la independencia hispanoamericana.[4] [5] [6] [7]

Más allá de la postura revisionista, el líder independentista Bernardo de Monteagudo la consideraba, ya en 1812, como el inicio de la Revolución del Río de la Plata al escribir Ensayo sobre la Revolución del Río de la Plata desde el 25 de Mayo de 1809, en el periódico Mártir o Libre, en el tercer aniversario de la revolución.

Véase también: Junta Tuitiva

[editar] Referencias

  1. ? Monteagudo, Bernardo (1812). Ensayo sobre la Revolución del Río de la Plata desde el 25 de Mayo de 1809, Mártir o Libre, 25 de mayo de 1812
  2. ? Levantamiento de Chuquisaca (1809), Emilio Bidondo, Gobierno de Salta
  3. ? Felix Best, Historia de las Guerras Argentina, Peuser, 1960, pag. 161; Vicente D. Sierra, Historia de la Argentina, UDEL, 1960, pags. 472-473 (Sierra cita a Levene en apoyo de sus posición de sostener la preeminencia del levantamiento de Chiquisaca al de La Paz); Puigross, Rodolfo, La época de Mariano Moreno, Partenon, 1949, pag. 133; Haydee Gorostegui de Torres, “Revolución e independencia”, en Historia Integral Argentina, T I, CEAL, 1976, pag. 113.
  4. ? “La independencia de Hispanoamérica” cap. 14 en “Historia de América” de Carlos Malamud, Madrid 2005
  5. ? “La independencia y el comienzo de los regímenes representativos” de Guillermo Palacios y Fabio Morga, Madrid, 2002
  6. ? “Antecedentes de la revolución del 16 de julio de 1809 en La Paz” de Evelyn Ríos de Reyes, La Paz, 2002
  7. ? “Los hechos del primer grito libertario en la América Hispána e inicio de la Guerra de la Independencia en el eje La Paz – Cuzco” de Juan Reyes Aramayo y Genoveva Loza Balsa. La Paz, 2004.

[editar] Bibliografía

  • Monteagudo, Bernardo (1812). Ensayo sobre la Revolución del Río de la Plata desde el 25 de Mayo de 1809, Mártir o Libre, 25 de mayo de 1812

[editar] Enlaces externos

Scroll to Top