Toma del Palacio de Justicia

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Toma del Palacio de Justicia de Colombia en 1985

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El 6 de noviembre de 1985, un grupo de guerrilleros del M-19 se tomó la sede del Palacio de Justicia, ubicado en la Plaza de Bolívar de Bogotá, frente a la sede del Congreso y a unas cuadras de la Casa de Nariño, la residencia presidencial. La reacción de la Policía y el Ejército que se ha demostrado fue desproporcionada y sin consideración por salvar la vida de los rehenes, culminó 28 horas después, dejando 55 muertos, entre ellos 11 magistrados, y 10 desaparecidos (en 2000, la Fiscalía anunció que el cadáver de Ana Rosa Castiblanco, empleada de la cafetería que se encontraba desaparecida, fue hallado en una fosa común).

Los guerrilleros, que hacía unos meses habían roto un cese al fuego después de que, según ellos, el gobierno de Belisario Betancur Cuartas incumpliera los acuerdos firmados el 24 de agosto de 1984, habían planeado la toma meses antes con la intención de enjuiciar al presidente en ese recinto. De hecho, de manera inexplicable, dos días antes la Policía retiró la vigilancia asignada al edificio, dejándola en manos de una empresa privada, aunque advirtió a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo de Estado acerca de los planes del M-19.

Un mensaje anónimo había anunciado la toma para el 17 de octubre de 1985, tal como quedara registrado en un documento[1] del comando de las Fuerzas Militares, por lo que se tomaron medidas especiales de seguridad, retiradas el 1 de noviembre por petición de Alfonso Reyes Echandía, presidente de la Corte Suprema. Sin embargo, según las investigaciones judiciales recientes, desde agosto de 1985 los organismos de inteligencia colombianos tenían conocimiento del plan del M-19 de atacar el Palacio de Justicia, el Palacio de Nariño (la residencia presidencial) o el Capitolio Nacional (sede del Congreso)[2] .

Tabla de contenidos

[editar] Crónica de los hechos

[editar] 6 de noviembre de 1985

La toma comenzó a las 11:40 del 6 de noviembre, cuando 28 guerrilleros, al mando de Luis Otero, ingresaron fuertemente armados al edificio, gritando consignas y disparando. Para ellos, se trataba de la “operación Antonio Nariño por los Derechos del Hombre”. La entrada se realizó por el sótano del costado occidental. Un agente de policía resultó herido, y a los pocos minutos llegaron refuerzos tanto de la Policía como del Ejército, que decidieron ubicarse en las terrazas de algunos edificios vecinos, como la Catedral Primada, la Alcaldía de Bogotá y la Casa del Florero, con la intención de recuperar el Palacio.

Después del mediodía, llegaron los primeros tanques Cascabel y Urutú, que fueron ubicados alrededor del Palacio, sobre la Plaza de Bolívar y las carreras 7a. y 8a. Uno de los tanques Urutú trató de irrumpir en una de las puertas del recinto, para rescatar el cadáver del subteniente de la Policía José Fonseca Villada, asesinado por los guerrilleros al comienzo de la toma, pero debido a la estrechez de ésta, perdió la metralleta y, por el tiroteo con los del M-19, debió ser retirado. A las 13:00, los guerrilleros le dijeron a Reyes Echandía que nada le iba a suceder y que lo requerían para negociar. Minutos más tarde, un grupo de soldados del Batallón Guardia Presidencial entró al Palacio para sacar los cadáveres de dos vigilantes, mientras un oficial y un suboficial recuperaban la ametralladora del tanque Urutú.

Los combates se intensificaron en el sótano, mientras los subversivos se desplazaban a los pisos superiores. A las 13:20, Otero se comunicó con algunos medios de comunicación para confirmar la autoría y el nombre de la toma. A las 13:55, un tanque Cascabel rompía la puerta principal del Palacio y entraba, escoltado 25 minutos más tarde por otro tanque. A las 14:00, dos helicópteros dejaron en la azotea del edificio a un grupo de hombres del Comando de Operaciones Especiales, que también ingresó al Palacio. Quince minutos después fueron liberados algunos rehenes, trasladados a la Casa del Florero para su identificación, a excepción de los heridos que fueron llevados a clínicas y hospitales. Luego, a las 14:25, un tercer tanque ingresaba a la edificación, con soldados del Guardia Presidencial y de la Escuela de Artillería, mientras hombres del Grupo Operativo Antiextorsión y Secuestro (GOES) llegaban por la azotea.

A las 15:00 el presidente Betancur pidió ayuda y consejo a algunos ex presidentes, candidatos a la Presidencia y congresistas. Cinco minutos después, Álvaro Villegas Moreno, presidente del Congreso, hablaba por teléfono con Reyes Echandía y el magistrado Pedro Elías Serrano, quienes le solicitaron pedirle a Betancur el cese al fuego. En una segunda conversación, Reyes Echandía le dijo que se encuentra en el cuarto piso con los guerrilleros, dato confirmado por uno de los subversivos que le quitó el teléfono y quien comunicó que, de no llegarse a un cese al fuego, nadie iba a salir vivo. A las 15:15 Villegas le llevó el mensaje a Betancur, quien respondió que no iba a negociar y que no había logrado comunicarse con Reyes.

A las 16:10, les ordenaron a los soldados que ingresaron por la puerta buscar rehenes para ayudarles a salir. A las 16:10, varios estruendos se escucharon desde el sótano y los primeros pisos, lo que llena de humo el edificio. Reyes Echandía seguía pidiendo el cese al fuego, secundado por otros magistrados a través de la radio. A las 16:50, la Cámara de Representantes repudiaba la toma y se declaraba en sesión permanente.

A las 17:10, Reyes Echandía logró comunicarse con el general Víctor Delgado Mallarino, director general de la Policía Nacional y amigo suyo. Reyes le pidió que cesaran el fuego porque de no hacerlo todos iban a morir, a lo que Delgado respondió diciéndole que estaba haciendo lo posible por rescatarlos y que necesitaba comunicarles a los del M-19 que el gobierno no iba a negociar. Otero y Delgado hablaron. A las 17:30, el general Jesús Armando Arias Cabrales, comandante del Ejército, toma el mando de la operación de rescate.

Un incendio en el cuarto piso, cuyo origen no se ha esclarecido después de 20 años, comenzó a las 17:45 en el cuarto piso, donde se encontraban guerrilleros, magistrados y civiles que debieron bajar al tercero. Media hora más tarde, un helicóptero logró evacuar a algunos hombres del Copes y el GOES heridos. Reyes Echandía se comunicó de nuevo con Villegas a las 19:15 y le reiteró que los iban a matar si no terminaban las hostilidades. Con el paso de las horas, el incendio tomaba fuerza mientras los subversivos retenían a algunos rehenes que trataban de escapar del fuego y los llevaban a los baños del segundo y, luego, del tercer piso. Sesenta personas permanecieron desde la noche del 6 de noviembre hasta el final de la toma en dichos baños.

Una nueva explosión se oyó en el cuarto piso a las 21:30. Las personas que se hallaban allí gritaron pidiendo el cese al fuego y la presencia de la Cruz Roja. Quince minutos más tarde, los bomberos llegaban para tratar de sofocar las llamas, pero sus esfuerzos resultaron inútiles mientras el palacio era consumido. Desde adentro, los del ejército y los magistrados intentaban apagar el incendio con mangueras de emergencia. Cerca de las 22:00 los bomberos conseguían rescatar a algunas personas que se hallaban en la azotea, mientras los combates dentro del edificio se hacían más fuertes. Media hora después, algunos rehenes escondidos en las oficinas eran rescatados por el Ejército hasta el primer piso. Ellos y dos empleadas del aseo, rescatadas de la azotea por los bomberos, fueron llevados a la Casa del Florero.

[editar] Interrogantes

Aún sigue siendo un misterio el paradero de los empleados de la cafetería. Varios críticos han dicho que, según algunas declaraciones de dos ex policías de la época, los empleados fueron llevados a la Casa del Florero (edificio histórico aledaño al Palacio de Justicia, que sirvió temporalmente como base militar) y más tarde trasladados al Cantón Norte (conjunto de edificios públicos militares ubicado al norte de Bogotá), para allí ser interrogados, torturados y asesinados. Posteriormente, según dichas declaraciones, fueron enterrados en fosas comunes ubicadas al sur de Bogotá. Estas declaraciones causaron en su momento gran controversia y no hay un consenso alrededor de su validez. Algunos críticos y varios de los familiares de los desaparecidos las consideran parcial o totalmente válidas, mientras que el gobierno colombiano de entonces las rechazó, argumentando que los dos ex oficiales de la policía tenían antecedentes penales.

El 14 de junio de 2007, Caracol Noticias difundió un video[3] hallado durante un allanamiento a la casa del coronel Plazas Vega en el que se ve claramente cuando son evacuados con vida del Palacio de Justicia el administrador de la cafetería, Carlos Augusto Rodríguez, y Cristina del Pilar Guarín, una de las cajeras. Ambos se encuentran desaparecidos. Plazas fue arrestado el 16 de julio de 2007, acusado del delito de desaparición forzada agravada[4] .

Otro acto que fue polémico fue la orden dada por la entonces ministra de Comunicaciones, Noemí Sanín, de transmitir por TV un partido de fútbol en vez de presentar la situación del Palacio durante parte de la crisis. Según algunas fuentes, no estaba permitido transmitir la operación de la retoma al Palacio de Justicia. Las estaciones de radio y algunos noticieros continuaron transmitiendo la información en directo.

[editar] La Comisión de la Verdad

En 2005 se conformó la Comisión de la Verdad, integrada por los ex magistrados de la Corte Suprema de Justicia José Roberto Herrera, Jorge Aníbal Gómez y Nilson Pinilla. Tras un año de investigación, en noviembre de 2006 entregaron un informe en el que revelan que, según versiones del sicario “Popeye”, Pablo Escobar, capo del Cartel de Medellín les pagó 2 millones de dólares a los guerrilleros del M-19 por la toma, a fin de presionar a los magistrados de la Sala Constitucional que debatían la aprobación de la extradición. La Comisión declaró responsables del holocausto al M-19, al presidente Betancur y al Ejército de Colombia WN

La Comisión también concluyó que el presidente de la época, Belisario Betancur “fue un simple espectador” de la situación y no logró intervenir directamente en la operación de retoma del palacio por parte del Ejército ni en los hechos posteriores.

[editar] Referencias

  1. ? Caracol Noticias, Documento probó que FFMM sabían de toma al Palacio, 15 de junio de 2007
  2. ? Semana, ¿Crimen de Estado?, 21 de julio de 2007
  3. ? Caracol Noticias, Desaparecidos sí salieron vivos de toma al Palacio, 14 de junio de 2007 (Video)
  4. ? Caracol Noticias, Por retoma al Palacio, Plazas Vega está detenido, 16 de julio de 2007

[editar] Enlaces externos

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