Pleistoceno

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Pleistoceno

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Años atrás Época Período Era
Presente Holoceno Cuaternario Cenozoica
10.000 Pleistoceno
1,6 millones Plioceno Terciario Neógeno
5 millones Mioceno
23 millones Oligoceno Paleógeno
38 millones Eoceno
55 millones Paleoceno

Se denomina Pleistoceno a una época geológica que se encuentra comprendida entre los 1,8-1,6 millones y los 10.000 años antes del presente. Es la época más antigua del Período cuaternario; fue precedida por el Plioceno y seguida por el Holoceno (últimos 10.000 años). Sería también la tercera época del período Neógeno si este, como ha propuesto la Comisión Internacional sobre Estratigrafía, se extendiera hasta el presente, y es la sexta de la Era Cenozoica. Abarca la mayor parte de las últimas glaciaciones, hasta el período Joven Dryas incluido, que interrumpió la última glaciación. El final de la Joven Dryas ha sido fechado aproximadamente en el 9600 adC. El final del pleistoceno se corresponde con el final del paleolítico arqueológico.

Tabla de contenidos

[editar] Paleobiología

El predominio de los mamíferos se consolidó, y algunos de sus representantes más destacados son Glyptodon y Smilodon. El género Mammuthus se mantuvo durante gran parte de este período. Los animales típicos de esta era fueron el mamut, el reno, el oso polar, el rinoceronte lanudo, etc. La vegetación predominante era parecida a la de tundra o desiertos fríos de hoy que se encuentran cubiertos de musgos y líquenes. En las etapas interglaciares cálidas aparecieron los rinocerontes y caballos esteparios, los hipopótamos y tigres de grandes colmillos. También existía una fauna indiferente al clima (alces, zorros, gato montés, bisontes, etc.). Las fases más recientes de evolución humana han tenido lugar dentro del contexto climático de la reciente Edad del Hielo.

[editar] Paleogeografía

Mapa de hielos durante el Pleistoceno.

Mapa de hielos durante el Pleistoceno.

El enfriamiento y la aridez progresiva engendraron un mundo mucho más parecido al de hoy en día. En el interior del Círculo Polar Ártico, la tundra se extendía sobre el permafrost, al sur de ésta crecía la taiga y todavía más al sur, la aridez reinante propició la substitución del chaparral por desierto y semidesierto; las sabanas fueron reemplazadas por prados templados.

En este período el mar se retira de casi toda la Península Ibérica, dejando un golfo cada vez más reducido en el Guadalquivir y Murcia y restos de playas en Huelva y Cataluña. En el interior funcionan aún las antiguas cuencas y aparecen otras nuevas fluviolacustres. Sólo en el Pleistoceno superior en las montañas y franja norte peninsular hay indicaciones de fases glaciares.

[editar] Las glaciaciones

Durante el Pleistoceno grandes extensiones de tierra se cubrieron con una inmensa capa de hielo, fenómeno denominado glaciación. En algunos períodos se redujo el tamaño de las capas de hielo y el clima se hizo más cálido. Estos períodos se denominan ínter glaciaciones.

Los períodos glaciares en Europa fueron cuatro y reciben los nombres de cuatro afluentes del Danubio, en los que, por primera vez, fueron identificados sus depósitos: Würm, Riss, Mindel y Günz (la más antigua). En América las glaciaciones se denominan Wisconsin, Illinois, Kansas y Nebraska respectivamente.

Debido a las condiciones climáticas, los casquetes polares crecieron y los hielos avanzaron hacia la línea del ecuador. El nivel de los mares se redujo aproximadamente 80 metros y la fauna y la flora se desarrollaron de acuerdo con el clima.

[editar] Cambios climáticos

A lo largo del Pleistoceno, extensos mantos de hielo glacial cubrieron las latitudes más elevadas del planeta, especialmente en el Hemisferio Norte, alternándose con épocas en las que dichas zonas quedaban parcialmente descubiertas.

Actualmente, la Tierra está atravesando un período interglacial que comenzó a finales del Pleistoceno, hace unos 12.000 años. En las latitudes elevadas, las temperaturas medias superan en unos 4 a 6 grados las del último período glacial en su momento culminante. Este período interglacial, en particular, está siendo más frío que la mayoría de los anteriores, durante los cuales hipopótamos y monos pudieron prosperar en Inglaterra.

En el Hemisferio Norte se dan varias condiciones que favorecen las glaciaciones al existir grandes masas de tierra muy cerca del Ártico, capaces de canalizar los glaciares hacia el sur. La Antártida, en cambio, aunque reúne condiciones tan frías como las del norte, está separada de los continentes meridionales por un océano circumpolar, que se extiende entre los 55 y 60 grados de latitud; esta separación de otros continentes meridionales redujo las glaciaciones en el Hemisferio Sur.

[editar] Causas de las glaciaciones

La conexión entre ambas Américas, ocurrida hace unos 2,5 millones de años, fue un acontecimiento decisivo. Este suceso alteró las pautas de circulación oceánica y atmosférica, afectando en especial a las corrientes de aguas cálidas que anteriormente seguían hacia el sur y que, a raíz de aquel suceso, fueron desviadas hacia el norte (Corriente del Golfo). La formación de nuevos glaciares exige abundancia de agua atmosférica que generalmente procede de un aumento de la pluviosidad, asociado al paso de corrientes cálidas a lo largo de los márgenes continentales. En este caso, el fenómeno aparece vinculado a la formación del casquete de hielo ártico.

El ritmo de los períodos glaciales guarda relación con tres ciclos astronómicos, que afectan a la cantidad de radiación solar recibida por la Tierra. Estos ciclos están determinados por dos factores:

  1. las lentas y regulares variaciones en el grado de inclinación del eje de la Tierra y su órbita alrededor del Sol. Cada ciclo posee su propio «tempo», con sus máximos y sus mínimos. La acción conjunta de ambos, cuya combinación genera efectos térmicos extremos tanto máximos como mínimos, es conocida como ciclos de Milankovich y se producen regularmente cada pocas decenas de años. Es probable que estos ciclos hayan influido en la climatología de la Tierra a lo largo de toda su historia, pero fue la formación de la capa de hielo ártico lo que permitió desencadenar esta serie, todavía inconclusa, de glaciaciones.
  2. el albedo o cantidad de calor reflejada por la Tierra, que es mayor con el aumento de las superficies cubiertas por el hielo (el color blanco refleja el calor). La imagen de las fases glaciales pleistocénicas con largos y crudos inviernos globales, en los que los animales perecían ante la intensidad del frío y las dificultades para encontrar comida es errónea.

Durante aquellos episodios, las condiciones árticas no imperaban en todas las zonas de latitud elevada. Incluso es probable que los inviernos no fueran mucho más fríos de lo que son hoy en día; lo que marcaba la diferencia eran los veranos, más frescos e incapaces de derretir las nieves invernales.

Los cambios en la vegetación resultantes del cambio climático ejercieron un impacto más definitivo sobre la vida. En el apogeo de la última glaciación, hace unos 18.000 años, existía una enorme cantidad de agua retenida por los glaciares en estado de congelación. Esta circunstancia determinó una aridez creciente en las zonas tropicales. Las selvas de los trópicos menguaron, para ocupar un área menor de la que iban a ocupar justo después de la glaciación y justo antes de que los humanos se convirtieran en agricultores. La invasión de los desiertos empujó a los grandes mamíferos de Australia y Madagascar, adaptados a una existencia tropical, hasta el límite de su supervivencia ante la imposibilidad de migrar a otras latitudes. En las demás zonas tropicales los habitantes de la selva iban quedando confinados en refugios cada vez más pequeños, con escasez de alimentos y una fuerte competencia que provocó importantes extinciones.

[editar] Extinciones en el Pleistoceno

Muchos mamíferos fósiles del Pleistoceno son considerados típicos de las edades del hielo que afectaron a grandes áreas del mundo (mamut, el rinoceronte lanudo, el ciervo gigante irlandés, el uro o el oso de las cavernas). Todos ellos desaparecieron en épocas relativamente recientes, y actualmente existe un interés considerable en tratar de establecer las causas de dicha desaparición.

La época pleistocénica está marcada por cinco o más periodos glaciares principales, durante los cuales el hielo del casquete polar que cubría el Polo Norte avanzaba hacia el sur, alcanzando zonas tan meridionales como Alemania e Inglaterra, Norte de Asia y Canadá. El hielo también avanzó partiendo del Himalaya y de los Alpes y por todo el resto del mundo se sucedieron los cambios climáticos. Entre estos periodos glaciares hubo intervalos de clima más cálido, denominados «interglaciares», durante los cuales los elefantes, hipopótamos y humanos podían merodear hasta lo que hoy es el territorio de Inglaterra.

La última glaciación terminó hace unos 11000 años. En este momento, las faunas de mamíferos de todos los continentes sufrieron cambios importantes.

  • En Norteamérica, por ejemplo, se extinguió el 73% de los grandes mamíferos (33 géneros), incluidos todos los proboscideos (mamuts y mastodontes), los caballos, tapires, pecaris, camellos, perezosos y gliptodontos, así como varios depredadores y los ciervos.
  • En Sudamérica se extinguieron 46 géneros (el 80%), incluyendo los desdentados, roedores, carnívoros, pecaris, camellos, ciervos, litopternos, notoungulados, caballos y mastodontes.
  • En Australia se extinguieron 55 especies, incluyendo algunos equidnas, carnívoros marsupiales, wombats, diprotodontos, canguros y wallabis.
  • Por otra parte, en Europa las pérdidas no fueron tan severas. Algunos se extinguieron, como el mamut, el rinoceronte lanudo o el ciervo gigante, pero otras especies, como el caballo, el hipopótamo, el buey almizclero, la hiena o el antílope saiga, sólo vieron su distribución restringida a otras partes del mundo.
  • Las extinciones durante esta época en África y Asia fueron igualmente modestas.
  • Los paleontólogos adjudican estas extinciones a un gran número de causas, polarizadas en dos grupos principales:
  1. Causas climáticas: Una explicación es que los climas y el medio ambiente cambiaron rápidamente al retraerse de nuevo los casquetes polares y los grandes mamíferos, en particular, fueron muy vulnerables a estas perturbaciones (regresión de la sabana y avance de los desiertos).
  2. Hipótesis de la caza excesiva: La segunda teoría sostiene que la expansión de las poblaciones humanas ejerció una presión especial sobre los grandes mamíferos, que fueron exterminados por la caza.

Los partidarios de la caza excesiva señalan la existencia de una buena correlación entre la expansión de las poblaciones humanas y la extinción de los grandes mamíferos. También afirman que, de haber existido unos cambios climáticos tan drásticos, deberían haberse producido extinciones entre los animales más pequeños y los vegetales. Así mismo, se preguntan por qué los cambios climáticos tuvieron efectos menores en Europa, y por qué las retiradas previas de los hielos no causaron extinciones.

Por otro lado, los partidarios de la hipótesis climática denuncian la carencia, en los yacimientos de esa época, de pruebas arqueológicas o indicios de grandes cacerías y el hecho de que los humanos invadieran Norteamérica y Australia muchos después de que comenzara a producirse el grueso de estas extinciones. También se preguntan por qué ciertas especies, que con toda probabilidad no eran cazadas, se extinguieron igualmente.

[editar] Véase también

[editar] Enlaces externos

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